Sección patrocinada por sección patrocinada

Francia

¿Quién querría quemar la catedral de Nantes?

Las llamas han destruido totalmente el órgano del templo. Ya se investiga quién ha podido ser

De nuevo las imágenes de un templo en llamas han conmocionado a Francia. Las autoridades francesas investigan como «intencionado» el incendio que este sábado a primera hora de la mañana se declaró en la catedral San Pedro y San Pablo de Nantes. Aunque los bomberos declararon «controlado» el fuego que se inició en el órgano del edificio y aseguraron que no se trata de un siniestro comparable al que devastó Notre Dame hace poco más de un año, la emoción fue palpable durante toda la jornada para una sociedad que aún tiene en la retina el episodio del templo parisino. Salvando distancias, el paralelismo entre ambos episodios han estado en la atmósfera de este sábado en el país.

El principal indicio que lleva a la justicia gala a sospechar de que se trata de un acto intencionado es que los bomberos se encontraron hasta tres focos distintos de fuego al llegar. Uno a una treintena de metros de altura en la planta del gran órgano, que ha quedado totalmente destruido, y otros dos a uno y otro lado de la nave. El fiscal de Nantes, Pierre Sennes, explicó a la emisora de radio France Bleu que esos tres puntos diferentes «nos llevan a privilegiar la hipótesis criminal, no es resultado del azar». Sin embargo, no está descartada del todo la hipótesis de que el origen haya sido un cortocircuito eléctrico. «Vendrá un experto de París para examinar los lugares de los que ha partido el fuego y la instalación eléctrica. Todavía no podemos extraer conclusiones», ha concluido el fiscal.

Incendio violento

Los bomberos fueron alertados hacia las 7.45 de la mañana por unos peatones que habían visto salir llamas por el rosetón de la fachada. El fuego se inició dentro del edificio y las llamas llegaron a asomar temporalmente por la fachada, según indicaron posteriormente los bomberos de Loire-Atlantique, departamento de la ciudad de Nantes. Según explicó Laurent Ferlay, el jefe local de bomberos, al llegar al escenario, se toparon con un «incendio violento a nivel del gran órgano», que finalmente ha quedado totalmente destruido. Pese a ello, subrayó Ferlay, «confirmo que no estamos en un escenario de Notre Dame de París o de 1972», el año en que la catedral de Nantes sufrió otro devastador incendio que destruyó el techo, cuya parte más antigua databa del siglo XV. El órgano de la catedral se encontraba desde 1621 en una tribuna a la que se accede por una escalera con 66 escalones. Desde entonces había sido objeto de cinco restauraciones.

Pese a que el fuego estaba controlado, las tareas del centenar de bomberos desplazados al lugar continuaban al cierre de esta edición. Entrada la tarde del sábado se desplazaba a Nantes el primer ministro francés, Jean Castex, acompañado de los titulares de Interior, Gérald Darmanin, y de Cultura, Roselyne Bachelot. «Quiero saber qué ha pasado, ante todo voy para manifestar mi solidaridad con la población», declaró el jefe de Gobierno galo. La ministra de Cultura también expresó su «gran emoción» por la nueva amenaza a una «joya del patrimonio» nacional. El desastre también ha provocado la consternación del presidente, Emmanuel Macron, quien desde Bruselas se ha unido en los mensajes de apoyo a Nantes. «Después de Notre Dame, la catedral San Pedro y San Pablo, en el corazón de Nantes, está en llamas. Apoyo a nuestros bomberos que asumen todos los riesgos para salvar esta joya del gótico de la ciudad de los duques», dijo en un mensaje en Twitter. Según la Conferencia de Obispos de Francia, Macron también conversó con el presidente de la máxima institución religiosa del país, monseñor Eric de Moulins-Beaufort, a quien manifestó «el vínculo que une a la comunidad nacional y la comunidad católica ante este nuevo drama».

Johanna Rolland, alcaldesa socialista de Nantes, ha agradecido la rápida intervención de los bomberos y fue la encargada de anunciar la apertura de una investigación para determinar las causas exactas del fuego. Además, la alcaldesa ha explicado que para los ciudadanos de Nantes es imposible no hacer memoria del trágico episodio de 1972, cuando otro espectacular incendio destruyó el techo de la catedral, cuya parte más antigua databa del siglo XV. Aunque esta vez, afirmó la regidora, «la situación no es comparable».

Nantes es una gran capital de provincias situada en el departamento Loira-Atlántico de 310.000 habitantes y uno de los grandes puertos de la Francia atlántica. Su catedral se encuentra entre las más célebres que hay en Francia. San Pedro y San Pablo es, junto al Palacio de los Duques de Bretaña, el principal edificio medieval de esta gran ciudad del noroeste de Francia y su construcción se hizo en el mismo lugar en el que ya hubo primero una catedral galo-romana desde el siglo VI y después otra de estilo románico desde el siglo XIII.

EL NEGRO PASADO DE UN TEMPLO MÍTICO
La de este sábado no era la primera vez. A lo largo de su historia, la catedral de Nantes ha sufrido varios siniestros. En 1800, una explosión en la conocida como la Torre de los Españoles causó importantes daños, sobre todo en los vitrales. Durante la segunda Guerra Mundial, los bombardeos aliados destruyeron, en junio de 1944, la sacristía y parte del deambulatorio de la catedral. Pero si de un episodio se acuerdan los ciudadanos de Nantes es del incendio de enero de 1972, cuando un fuego accidental provocado por el soplete de un obrero que trabajaba en la reparación del techo de la catedral destruyó el armazón de madera del templo. Aquel episodio provocó tales daños que los servicios religiosos no pudieron reanudarse hasta 1985, trece años más tarde. El edificio fue restaurado. A diferencia de Notre Dame, cuyo armazón del techo era de madera, el de la catedral de Nantes se construyó con hormigón tras aquel incendio. La catedral de Nantes, cuya construcción comenzó en 1434 y terminó en 1891, es el tercer edificio religioso construido en ese lugar. El primera se levantó en el siglo VI y el románico se alzó en el siglo XII. La catedral de San Pedro y San Pablo es la sede de la Diócesis de Nantes, y en 1862 fue declarada por el Gobierno francés como comprendida en la categoría de Monumento histórico.