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Cultura

Por qué tienes que ver... “ZeroZeroZero”: La cocaína es el motor del mundo

El apasionante viaje de 5.000 kilos de droga contado desde los puntos de vista de los implicados

«Mira la cocaína y solo ves polvo. Mira a través de la cocaína y ves el mundo entero»
«Mira la cocaína y solo ves polvo. Mira a través de la cocaína y ves el mundo entero»televisionla razon

Pocos negocios han sido explorados por la ficción televisiva moderna con tanta frecuencia y tantos matices como el narcotráfico, desde el proceso de elaboración del producto hasta su consumo final. Y tiene sentido porque, después de todo, parte de lo que distingue a una buena serie es su capacidad para convertirse en una droga y hacer que el espectador perciba cada episodio como una dosis que no puede dejar de consumir. «ZeroZeroZero», disponible en Amazon Prime, retrata el abrumador volumen de la industria de la cocaína y la aterradora violencia que su comercio genera.

1. Cuatro continentes

Filmada entre Italia, México, Senegal, Marruecos y Estados Unidos, la miniserie observa el viaje de un alijo de 5.000 kilos de esa droga a través de los puntos de vista respectivos de los vendedores –el cártel mexicano que produce el género–, los transportistas

–una familia naviera de Nueva Orleans– y los compradores –la mafia italiana–; los tres grupos se verán enfrentados en una guerra cruenta que transcurre en cuatro continentes mientras acogen sendas luchas por el poder en su propio seno. En el proceso, «ZeroZeroZero» se esmera en demostrar lo que su propio subtítulo anuncia: «Mira la cocaína, verás polvo. Mira a través de la cocaína y verás el mundo entero»; dicho de otro modo, analiza hasta qué punto las implicaciones del negocio se extienden más allá de los directamente involucrados en él, y rara vez olvida que sus verdaderas víctimas son las comunidades inocentes a las que destruye.

2. Garantía Saviano

Desde que el éxito de su libro «Gomorra» lo convirtió en objetivo de los matones de la mafia napolitana, el escritor italiano Roberto Saviano ha vivido escoltado por siete carabinieri armados, durmiendo en una sucesión de habitaciones de hotel y casi nunca en la misma durante más de unos pocos días seguidos. Como contrapartida de ese sacrificio, su acceso a la policía, los políticos y los abogados dedicados a combatir el crimen organizado mejoró exponencialmente, y de ahí surgió su novela «CeroCeroCero», en la que la serie se basa. Como ya demostraron tanto «Gomorra» (2008) –la fantástica adaptación cinematográfica– como las cuatro temporadas de la teleserie homónima, el sello Saviano suele ser garantía de calidad. Sabe de lo que habla.

3. Tres series en una

Como los negocios que describe, «ZeroZeroZero» es una producción internacional (la integran Amazon y las cadenas europeas Sky y Canal Plus), y refleja esa mezcolanza genética de manera literal. Es, de hecho, tres series en una: una saga sobre la mafia italiana dotada de elementos dramáticos típicos del género como los paisajes calabreses y el código de la «omertà»; un thriller sobre «narcos» mexicanos intoxicados de la violencia de los cárteles; y un drama familiar con maneras propias de película independiente americana. El conjunto incluye una sucesión de planos estéticamente imponentes y otra de escenas de emocionantes persecuciones, tiroteos y asesinatos que no rompen la austeridad general de tono y estilo pero sí la matizan.

4. Destino: la muerte

Todos los personajes de la ficción maquinan los unos contra los otros, y ninguno de ellos es digno de confianza. Son leales solo al dinero, y casi todos están destinados a terminar en un ataúd o convertidos en comida para los cerdos. Entre ellos, llaman la atención especialmente dos: el primero es Manuel Contreras (Harold Torres), que pasa de ser un sargento de las fuerzas especiales asiduo a la iglesia a pretender el liderazgo de un cártel mexicano, y que usa su entrenamiento profesional como un medio para dominar la ciudad de Monterrey con su propio ejército; resulta estremecedor contemplar cómo su intrincada conciencia va disipándose con cada nuevo acto de brutalidad. El segundo es Emma Lynwood (Andrea Riseborough), que hará cuanto sea necesario para mantener a flote el negocio familiar y cuya figura rompe con los estereotipos de género tan presentes en el narcotráfico, un mundo en el que los clanes criminales carecen de presencia femenina y los cárteles usan a mujeres casi desnudas para el manejo de la cocaína y el dinero. Atención, spoiler: a diferencia de casi todo el resto de personajes, Emma sobrevive, y la sonrisa que aparece en su rostro al final, en medio de una carnicería, por sí sola hace que valga la pena ver la serie.