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El streaming salva los festivales de verano

La declaración de la pandemia amenazó la realización de la programación estival internacional, que ha encontrado su salvavidas en el streaming y los conciertos al aire libre

Elektra dress rehearsal for the Salzburg Festival
La cantante lituana Ausrine Stundyte en "Elektra"ANDREAS SCHAADEFE

La espera de la vuelta a la normalidad ha abierto definitivamente las puertas a internet como parte de la programación de los festivales de música clásica que, ante la imposibilidad de realizar conciertos con aforo completo y en sus espacios habituales, han aumentado su presencia por streaming. Esto no significa que una opción haya sustituido a la otra. El avance de las fases de la desescalada ha dado luz verde a los espectáculos en vivo, con aforo reducido, distancia interpersonal de entre 1 y 3 metros para público, trabajadores y artistas, preferiblemente al aire libre y garantizando el cumplimiento exhaustivo de todas las medidas de seguridad e higiene. De esta manera, festivales como el del Arena de Verona, el Festival de Ravenna, el Festival Verdi de Parma, el Festival Puccini en Torre de Lago, Festival de Stresa, Valle d’Itria, el Festival de Salzburgo, el Festival de Lucerna, West Edge Opera y Festival de Wexford han reformulado su programación para llevar a cabo una versión reducida o alternativa que sortee la palabra cancelación.

Como no podía ser de otra manera, todos los festivales rendirán homenaje a las víctimas de la pandemia y a la comunidad sanitaria, y retomarán la celebración del año Beethoven, de quien se cumplen 250 años desde su nacimiento. En Italia, uno de los países más castigados por la pandemia, la oferta musical es muy amplia, con grandes nombres internacionales como Leo Nucci, Lisette Oropesa, Sonya Yoncheva, Anna Netrebko y Plácido Domingo en el Festival Arena de Verona, que se desarrolla entre el 25 de julio y el 29 de agosto; Ludovic Tézier, Roberto Abbado y Eleonora Buratto en el Festival Verdi de Parma, que inaugura su programación el 11 de septiembre; Antonio Pappano en el Festival Puccini en Torre de Lago, que pondrá en escena tres nuevas producciones entre el pasado 13 de julio y el 22 de agosto; Javier Perianes, Gianandrea Noseda y Andràs Schiff en el Festival de Stresa, que alcanzará su 59º edición entre el 20 de agosto y el 5 de septiembre; y Leonor Bonilla, Xabier Anduaga y Francesco Meli participarán en el Festival Valle d’Itria Matina Franca. Además Riccardo Muti, Valyer Gergiev, Beatrice Rana e Ivan Fischer protagonizaron el Festival de Ravenna, que llevó a cabo su 31º edición entre el 21 de junio y el 30 de julio.

Este año, el Festival de Salzburgo habría celebrado su centenario con 9 óperas y actuaciones de las orquestas, solistas y directores más influyentes del panorama internacional. Durante los meses más drásticos del coronavirus, su presidencia, encabezada por Helga Rabl-Stadler, estudió todos los escenarios posibles para evitar posponer el centenario. Finalmente podrán verse a partir de este sábado dos óperas, “Così fan tutte” y “Elektra”. Un programa sinfónico en el que se dan cita formaciones como la Filarmónica de Viena, la ORF Radio-Symphonieochester, Les Musiciens du Prince-Monaco o la Filarmónica de Berlín junto a maestros como Riccardo Muti, Kent Nagano, Christian Thielemann, Gianluca Capuano, Daniel Barenboim y Kirill Petrenko y solistas como Patricia Kopatchinskaja, Piotr Beczala, Elina Garança o Cecilia Bartoli. Ofrecerán recitales Grigory Sokolov, Arcadi Volodos, Martha Argerich, Juan Diego Flórez y Daniil Trifonov, entre otros. “Elektra” abrió el festival el sábado pasado.

El Festival de Lucerna, que en un primer momento confirmó la suspensión de la edición de este año, anunció finalmente un programa de 9 conciertos, entre el 14 y el 23 de agosto. Estos estarán protagonizados por Herbert Blomstedt y Martha Argerich, en el concierto inaugural, Patricia Kopatchinskaja, Gianluca Capuano y Les Musiciens du Prince-Monaco e Igor Levit, que interpretará una selección de las Sonatas de Beethoven. Por otro lado los festivales de Aix-en-Provence, el Festival Mahler del Concertgebouw y el Festival de Wexford han optado por una programación virtual ante la imposibilidad de realizarla en vivo.

El primero, que acaba de finalizar y cuya primera intención fue grabar las producciones programadas y ofrecerlas por streaming, recurrió a grabaciones de su archivo y dividió la oferta en 4 categorías: una entrevista, un debate, un recital y una ópera. En ellas ha podido verse a Sabine Devieilhe, Jakub Józef Orliński, Christian Gerhaher, Magdalena Kožená, Sir Simon Rattle, Esa-Pekka Salonen y Pablo Heras-Casado. En Ámsterdam, el Festival Mahler se convirtió también en un ciclo de grabaciones disponibles en internet. Este tuvo lugar entre el 8 y el 17 de mayo con 25 emisiones por internet en sustitución a los conciertos en el Concertgebouw. Estas incluyeron icónicas interpretaciones de Mariss Jansons, Bernard Kaitink, Jessye Norman o Jaap van Zweden.

El Festival de Wexford ha trasladado su programación, que celebra su 69º edición, a los días 11 y 18 de octubre y la ha transformado en una serie de recitales que emitirá por streaming, entre los que destacan los de las sopranos Celine Byrne y Lisette Oropesa.Por último, tres festivales anunciaron la cancelación definitiva de su programación de este verano, una triste decisión que sus responsables transmitieron a mediados de mayo. Estos son el Festival de Múnich, de Bregenz y el de Glyndebourne. En el primer caso, la cancelación de la temporada de la Bayerische Staatsoper se llevó por delante la programación de su festival de verano.

En el de Bregenz, la dirección quiso resaltar las buenas noticias y es que su famosa producción de Rigoletto se pospone al año que viene con 26 representaciones. En cuanto al festival inglés, que hizo lo todo lo posible por continuar con su programación, canceló por la persistencia del coronavirus. El Festival abrió también su archivo con la emisión de un título lírico semanal y abrió un canal de donaciones para ayudar a trabajadores y comunidad artística. En definitiva, un panorama muy complicado que obligó a cancelaciones en aquellos que empezaban con el verano y a nadar y guardar la ropa a los demás.