Lina Morgan, un lustro sin la sonrisa de España

Durante cuatro décadas, desde los 50 hasta finales de los 80, Lina Morgan se dedicó a alegrar la vida de los españoles. Lo hizo mediante sus obras de teatro, sus películas o sus apariciones televisivas. Sin embargo, tuvo un final de vida inmerecido, con una enfermedad producto de una severa neumonía que duró casi dos años hasta que falleció el 19 de agosto de 2015.

Su capilla ardiente se situó en el Teatro de La Latina, que fue el hogar artístico de Lina Morgan durante más de tres décadas, primero como arrendataria del inmueble y después como su propietaria. Su relación con ese teatro era especial, pues ella había nacido y crecido en ese mismo barrio del centro de Madrid.

Durante los últimos años de vida de Lina Morgan existió un amplio debate en relación al reconocimiento que había obtenido. Para muchos, fue escaso. En cuanto a premios en España, los últimos reconocimientos que se le otorgaron fueron dos Antena de Oro (2003, 2009), Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert (2002), un Ondas (1998).

No obstante, los medios de comunicación dieron mucho protagonismo a su muerte. Y las redes sociales se llenaron de muestras de condolencia y recuerdos personales relacionados con el trabajo con Lina Morgan. Hubo una frase que destacó por encima de todo, aquella que cantaba ella y que aún suena: “Gracias por venir”.