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Historia

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Indígenas colombianos derriban una estatua de Sebastián de Belalcázar, conquistador español

Se produjo en el marco de una serie de protestas convocadas por grupos indígenas, con el fin de protestar por “el exterminio físico y cultural” de sus pueblos

Fotografía del monumento de Sebastián de Belalcázar que fue derribado por comunidades indígenas, este miércoles, en Popayán (Colombia).
Fotografía del monumento de Sebastián de Belalcázar que fue derribado por comunidades indígenas, este miércoles, en Popayán (Colombia).Elkin RojasEFE

Sebastián de Belalcázar fue un militar, explorador, descubridor y conquistador español y fue nombrado gobernador de Popayán (capital del departamento del Cauca, Colombia) en 1540, por parte del Rey Carlos I de España. Fundó las ciudades colombianas de Cali y Popayán, así como sentó las bases de las ciudades de Quito y Guayaquil, en Ecuador. Por ello, sea como homenaje o mero recuerdo, en Popayán se ha alzado una estatua de Sebastián de Belalcázar hasta hoy.

Un grupo de indígenas colombianos han derribado con cuerdas la estatua al considerar que Belalcázar fue “uno de los líderes que formó la esclavitud, exterminó a los pueblos indígenas, masacró a los pueblos afros en la región”. Con esto, en repudio a la violencia histórica, se han difundido vídeos a través de las redes sociales, que muestran decenas de indígenas del suroeste del país usando sogas y en presencia de tres policías.

“Con la fuerza de la gente se logró derribar como acto simbólico de rechazo a tanto exterminio de los pueblos”, explica a la AFP Diana Jembuel, del pueblo indígena Misak. Apunta que este movimiento se produjo en el marco de una serie de protestas convocadas por los pueblos Misak, Nasa y Pijao, con el fin de protestar “por el exterminio físico y cultural de los pueblos indígenas del Cauca y los diferentes líderes sociales del país”.

Por su parte, Juan Carlos López, alcalde de Popayán, rechazó la acción de los indígenas y la consideró “un acto violento contra un símbolo de una ciudad que es multicultural”. Aseguró que el monumento “será restaurado”, y añadió que “la discusión cultural e histórica se puede dar, pero no con violencia”.