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La Oreja de Van Gogh: «Estamos fuera de los cánones de la industria»

Publican «Un susurro en la tormenta», su primer disco en cuatro años: “Estamos orgullosos de un colectivo, el de los músicos, que se volcó con la gente y dio contenido de manera altruista”

El grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh
El grupo donostiarra La Oreja de Van GoghLa Oreja de Van Gogh

Son ya unos veteranos de la escena y por eso pueden permitirse ciertas cosas. La Oreja de Van Gogh llevaban cuatro años sin publicar disco y, pandemia mediante, hoy se publica «Un susurro en una tormenta», el octavo trabajo de estudio del grupo donostiarra que, si todo va como debe, se presentará en diciembre con una modesta gira de teatros. Pablo Benegas, guitarrista de la banda, lo cuenta.

–Vaya espera tortuosa.

–Nosotros hubiéramos regalado el disco ya... se nos ha hecho larguísimo. Ha sido en circunstancias complicadas, pero la música está ahí para ayudar a la gente, emocionar y sacar del día a día.

–Van a su ritmo.

–Sí, ya hace tiempo que sentimos que estamos fuera de los cánones de la industria. Nos movemos por lo que nos emociona y a veces coincide con las radiofórmulas y otras veces no. Por ejemplo, para el primer sencillo, la canción que más nos emocionaba era «Abrázame» y por eso la elegimos, aun que no fuera el típico «single».

–¿Qué supone un octavo disco para el grupo?

–Te diré que no es un trabajo más. Es autobiográfico, sincero. Nos hemos desnudado como en ninguno otro y tenemos la sensación de habernos vaciado. Queremos crecer y eso hace que los procesos creativos duren más y sean más exigentes, pero el resultado es que nos aleja de los ritmos de la industria, que saca canciones a una velocidad que no es la nuestra.

–¿Son capaces de abstraerse del «clic», el «stream», lo viral?

–Somos conscientes de todo eso, pero profundamente no nos importa. Hace tiempo que nos dimos cuenta de que queremos disfrutar del proceso, no tenemos metas que conseguir, sino disfrutar del privilegio que es dedicarnos a la música cuando queremos y como queremos. Porque marcamos los tiempos de todo. Hacemos las canciones que queremos.

–¿No buscar el éxito no le quita algo de excitación?

–Al revés, yo creo que te da la libertad, la paz. A veces el éxito lo tienes delante y no te permite mirar a los lados, que es donde está quien te quiere, te acompaña y te apoya. Cuando piensas solo en el éxito pierdes lo que tienes a los lados.

–Hoy la música comercial parece robotizada por el número y la masa.

–Todo tiene que ser inmediato y engancharte a la primera. Antes te gastabas el dinero en un CD y lo escuchabas muchas veces. Los discos de cabecera que teníamos lo eran porque les dabas esa segunda oportunidad. Ahora en la vida todo es así, no solo la música. Todo tiene que ser inmediato. Nosotros escribimos para emocionar a la gente. Es nuestra formas de expresarnos y de sacar lo que nos preocupa, pero son temas que creemos que hay que profundizar, que hay que ir descubriendo.

–¿Cuáles son los temas del disco?

–Es un álbum de conversaciones, de diálogos con nuestros hijos, nuestras parejas y con los que ya no están, e incluso un tema es una conversación con tu conciencia. Ese es el hilo conductor.

–Es un momento difícil para los músicos.

–El mundo de la cultura está siendo ejemplar a la hora de hacer las cosas, con la máxima precaución y también la gente que está yendo a actos culturales. Es increíble y muy positivo la responsabilidad con que se están llevando a cabo. Por ahí hay que seguir. Pero es necesario ayudar al sector. Estamos orgullosos de un colectivo que se volcó con la gente y que se lanzó a dar contenido de manera altruista a durante las larguísimas horas de confinamiento. Fue la cuerda que nos ha salvado del abismo. El libro, las películas y la música. Es un bien esencial y hay que protegerla.