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Led Zeppelin ganan la batalla legal por el plagio de “Stairway to heaven”

El juicio, que comenzó en 2016 y se reabrió dos veces, ha sido cerrado por el Tribunal Supremo estadounidense

Led Zeppelin
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Tras una larga batalla judicial, Led Zeppelin puede decir que «Stairway To Heaven» (1971) no es un plagio. Y costó. El Tribunal Supremo ha anunciado que no admitirá más recursos sobre el pleito que enfrentaba a la banda británica con los herederos de Randy Wolfe, guitarrista de Spirit, cuyo tema «Taurus» (1968) había sido presuntamente copiado en el himno de Jimmy Page. Aunque los parecidos puedan resultar razonables y hasta los abogados de Wolfe hayan argumentado que el propio Page le pidió en una ocasión que le enseñase los acordes de la canción, el tema está zanjado. Habrá opiniones para todos los gustos, pero se hace justicia poética, porque la voluntad de Wolfe nunca fue la de demandar hasta que falleció en 1997. Según su familia, se quejaba de que Page no hubiese reconocido la inspiración, pero no pretendía una lucha en los tribunales. Y entonces entraron los herederos y se lanzan al «nada que perder».

El juicio contra Led Zeppelin ha tenido varias aperturas y cierres en falso durante años, argumentaciones acerca de la posibilidad de proteger las progresiones de acordes y disquisiciones casi filosóficas sobre qué es lo que acredita la ley de «copyright». La defensa de Plant y Page señalaba que es una progresión de acordes descendente común que está presente hasta en «Chim Chim Chere-ee» (1964) de «Mary Poppins». Por su parte, la acusación señalaba que «había algo único en la selección y disposición de estas notas y eso sí que tiene derechos de autor». La realidad es que el tema de Spirit es apenas una intro instrumental de dos minutos y «Stairway to heaven» es una catedral de ocho con un desarrollo diferente.

En verdad, durante los últimos tiempos se han reproducido las demandas de los herederos de artistas clásicos contra autores de éxito actuales cuando aprecian algún parecido con la intención de ganar un dinero fácil, como ha sucedido desde que, en 2013, «Blurred Lines» fuera considerada un plagio de «Got To Give It Up» de Marvin Gaye por tener un estilo o aire similar. Varios casos de plagio han hecho salir a las hienas. Aquellos sacaron 5,3 millones de dólares, que era lo que les importaba. La música les traía sin cuidado.