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Lenguaje

¿Se dice castellano o español?

Se trata de una pregunta recurrente dentro de los debates de sobremesa que salta a la actualidad cada equis tiempo, pero que los académicos zanjaron ya hace tiempo

Diccionario de la lengua española / RAE
Diccionario de la lengua española / RAElarazon

El actor y académico de la RAE José Luis Gómez comenta hoy mismo en las páginas de este diario que los españoles no le damos la suficiente importancia a nuestro idioma. Y puede que no le falte razón. Para ello, no hace falta más que comprobar un debate tan propio como el de la tortilla de patata (¿con o sin cebolla?): ¿se dice castellano o español? Una pregunta que volvió a saltar a la palestra durante la última ceremonia de los Oscar, donde la actuación de la española Gisela fue subtitulada como “castilian”, mientras que en la de la artista mexicana Carmen Sarahí se habló de “spanish”.

Pues bien, para eso, para sacarnos de dudas, Florentino Paredes, Salvador Álvaro y Luna Paredes escribieron el año pasado “Las 100 dudas más frecuentes del español” (Espasa) en colaboración con el Instituto Cervantes. De hecho, sitúan esta incógnita en el Top 1 de los debates lingüísticos, aunque acaban pronto con él: “Ambos nombres [español y castellano] son sinónimos y los dos son igual de válidos y correctos”.

“Castellano”, por su parte, alude a la región española en la que nace la variedad lingüística, mientras que “español” enfatiza el país en el que esta lengua se generaliza. Aun así, puntualiza el libro que en los territorios bilingües de la Península se prefiere el “castellano”. Sin embargo, al otro lado del Atlántico su uso esta “equilibrado" dentro de los países. Excepto en Colombia y El Salvador, donde la preferencia es hacia el “castellano”; y en México y el Caribe, que optan por la otra opción.

“Castellano” y “español” son, pues, dos sinónimos en igualdad de condiciones. El “problema”, califican en el volumen del Instituto Cervantes, del nombre de la lengua es en realidad una “falsa polémica”, que debe considerarse ya superada y que habría que dejar fuera de la controversia política y el enfrentamiento social.