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Los libros de la semana: de la sangre derramada por el IRA a las confesiones del diario de Alma Mahler

Dov Alfon retrata en su nueva novela los gajes del oficio del espía moderno; además, Mohamed Mrabet y Paul Bowles escriben a cuatro manos la historia de un amor imposible en el norte de África
larazon

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“Por los buenos tiempos”: una amistad salpicada de violencia, sangre y terrorismo

★★★★☆
La primera novela del escritor escocés David Keenan, «Memorial Device», sosprendió gratamente a los lectores porque en ella, a través de una historia coral, le rendía tributo y homenaje al mundo de la adolescencia y lo hacía, especialmente, con un tono desenfadado, sin vergüenza, para componer una trama de relaciones y encuentros en un pequeño pueblo británico. Muchos años después, con su nueva novela, «Por los buenos tiempos», Keenan se sumerge de nuevo en el universo de las relaciones, pero sitúa la trama en la Irlanda del Norte de la década del setenta. Allí están Sammy, Tommy, Barney y Patrick, cuatro amigos de la zona de Ardoyne, donde la mayoría de sus habitantes pertenecen al catolicismo. Los cuatro, además de ser amigos, son miembros del IRA Provisional, con lo cual están unidos no solo por lazos amistosos, sino por una causa: una Irlanda libre. Y por esa causa son capaces de iniciarse en la violencia como quien se inicia en la vida. «Por los buenos tiempos» es, en ese sentido, también una novela generacional, pero con ritmo delirante y brutal, bastante anárquico pero de corte emotivo, con pinceladas teñidas por el color del humor y de la tragedia. Porque si bien todo parece deslumbrante y lleno de pasión en los buenos tiempos, la contracara que se oculta es terrible: muertes, traiciones, corrupción, y atentados en el famoso hotel Europa de Belfast, considerado por el IRA como el símbolo del establishment británico, y en el que se colocaron nada menos que veintiocho bombas.
Algo más que amistad
En cualquier caso, la voz cantante de la novela la lleva Sammy, que encadena recuerdos que giran alrededor de su amistad con Tommy, hijo de un padre que les abre el camino para introducirse entre los altos mandos del IRA. Pero los recuerdos también van más allá de la simple amistad, porque Sammy también entreteje pequeñas historias de sus amoríos, de las relaciones con la familia y con la comunidad de donde surgen, siempre bajo la sombra de la lucha armada y el sacrificio a toda costa. «Por los buenos tiempos» puede ser vista como una novela salvaje y un poco descontrolada, pues Keenan sostiene un ritmo que cambia repentinamente como cambian repentinamente de dirección los hechos. De todos modos, lo que queda de fondo es que se trata no sólo de una novela generacional. También de una novela que toca temas más profundos, como la naturaleza del sacrificio y la relación con el pasado y el futuro y la memoria cultural.

▲ Lo mejor

Su ritmo trepidante, que hace que los hechos se muevan y acaben, muchas veces, de manera catastrofica

▼ Lo peor

No hay cosas reprochables, aunque la trama, por momentos, se hace un poco confusa
Diego Gándara

“Una noche muy larga”: adiós a los espías de trenca, sombrero y pitillo

★★★★☆
Poco ha cambiado la novela de espías desde los tiempos de Graham Green y el recientemente desaparecido John le Carré. Los dos elementos esenciales siguen siendo los conflictos humanos dentro de la organización de los Servicios Secretos y los artilugios que utiliza el espía para su labor de información. La diferencia, según Dov Alfon en «Una noche muy larga», es el tipo de tecnología que se utiliza y la geopolítica, que ha reducido el mundo a un pañuelo gobernado por algoritmos y una sofisticada tecnología electrónica para espiar sin moverse del despacho. En su libro, Alfon dice adiós a las brumosas noches berlinesas. A los espías con trencas y sombreros encasquetados hasta la cejas y humeantes cigarrillos esperando el chivatazo del agente doble. Además, en este fantástico thriller de intriga internacional todo sucede a la luz del día.
La acción alterna París y Tel-Avid, por donde se mueven numerosos protagonistas que se persiguen, secuestran y asesinan como en las mejores intrigas de acción. Los giros son continuos. Los capítulos, cortos. Los personajes, inquietantes. De repente, una desaparición se convierte en una ensalada de mafia china, espías israelíes y sorprendentes artilugios que recuerdan las películas de James Bond.
El aire de verosimilitud de «Una noche muy larga» certifica que su autor conoce muy bien la Unidad 8200 de los Servicios Secretos israelí, en donde trabajó durante años antes de escribir esta primera pero deslumbrante novela de espías.

▲ Lo mejor

El estilo novedoso de narrar un thriller de espías lleno de tecnología, agentes secretos y misterios

▼ Lo peor

Por momentos, parece una tecno-intriga de James Bond con pérfidos magnates australianos
Lluís Fernández

“Alma Mahler”: la musa que no fue una “devoradora de hombres”

★★★★☆
Alma Mahler fue una mujer fascinante en una época y un lugar fascinantes, la Europa de principios del siglo XX, sobre todo, en Viena, donde nació en 1879, pero también viviría en ciudades como París, Berlín o Nueva York, donde murió en 1964. Viajó mucho a lo largo de su existencia y siempre supo cuál era el momento y el lugar más interesantes para vivir.
La biografía de Cate Haste describe con precisión, con muchos detalles y con una minuciosa documentación, basada principalmente en una abundante correspondencia, a una mujer que sedujo a hombres como Klimt, a su primer marido, Gustav Mahler, a Gropius, el fundador de la Bauhaus y su segundo, al escritor Franz Werfel, el tercero, y al pintor Kokoschka, que fue su amante. A su alrededor hubo artistas científicos, escritores... La lista de los hombres rendidos ante su belleza, por su amplísima cultura y por su ingenio, sería interminable.
Libertad sexual
Una vida como la suya estaba destinada a convertirse en estandarte de alguna reivindicación y el feminismo ha tratado de enarbolar esta divisa sobre el signo de la libertad sexual de las mujeres, olvidando que vivió en una época y que pertenecía una clase social en la que mantener amantes era natural, que ella quiso casarse en tres ocasiones y que, curiosamente, siempre mantuvo el apellido de su primero. La autora desmonta el mito de la «devoradora de hombres» para mostrarnos el perfil de una persona marcada por la temprana muerte de su padre, el pintor Emil Schindler, que poseía una exquisita sensibilidad para comprender todas las artes y estaba excepcionalmente dotada para la música, tanto para la composición como para la interpretación al piano.
A través de los diarios personales de Alma Mahler, la autora atrapa su esencia y la transmite en un tono neutral y sereno que parece buscar el equilibrio a la hora de hablar de un personaje con tanta fuerza y tantas experiencias vitales, algunas muy dolorosas, como la muerte de sus cuatro hijos. Como tantas mujeres a lo largo de la Historia, renunció a la música por amor cuando se casó con Mahler, un hecho muy frustrante para ella que no fue valorado por su marido y que se convirtió pronto en el germen del fracaso del matrimonio. Tras la ruptura Alma compuso obras interesantes que fueron eclipsadas por la fama de Mahler. Esta obra, en fin, recupera con sensatez y objetividad la figura de una mujer apasionante, o, como reza el subtítulo, de «un carácter apasionado» en un tiempo brillante.

▲ Lo mejor

La autora ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación que se comprueba en las notas finales

▼ Lo peor

Pues nada; es fascinante, además, cómo se muestra la apabullante riqueza cultural de aquella Europa
Sagrario Fernández-Prieto

“El gran espejo”: cuando Paul Bowles era solo el transcriptor

★★★★☆
Cualquier historia contiene una coda moral. Es lo que sucede en este libro, firmado por Mohamed Mrabet, escritor tangerino y de vida itinerante desde que, a los12 años, abandonara su país por la violencia a la que era sometido, y Paul Bowles. Tras exiliarse en Estados Unidos y desempeñar todo tipo de trabajos, regresó a Marruecos en 1960, donde conoció a Bowles. De aquella amistad nació una colaboración literaria que duró treinta años. El autor de «El cielo protector» descubrió la habilidad de Mrabet para contar historias y fue el encargado de transcribir (del árabe dialectal) trece novelas grabadas en cintas magnetofónicas. «El gran espejo» es una de ellas.
En sus páginas se narra la relación amorosa entre dos jóvenes: él, terrateniente; ella, la hermosísima mujer de la que se enamora. Mientras el hombre trabaja, la joven se pasa el día encerrada, contemplándose en un espejo instalado en uno de los salones. Poco a poco, la mujer va perdiendo la razón. El espejo mágico está maldito y no siempre refleja lo que tiene delante. Nos encontramos frente al misterio. Atmósferas oníricas, tradiciones milenarias y enérgicas dosis de violencia. Además, el texto esconde matices que inciden en las relaciones de poder y en las emociones encontradas de ambos. Lo que también deja entrever es la vigencia de una tradición religiosa milenaria sujeta a una doctrina estricta. Y ahí está una parte del enigma.

▲ Lo mejor

Asistir a una historia de amor que es arrebatadora y de una locura contagiosa

▼ Lo peor

Que algunos lectores se podrían sentir abrumados o desbordados ante algunos tramos de gran delirio
Ángeles López