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Crisis del sector

La industria de la cultura europea pierde un tercio de su valor, más que la turística

La situación de los músicos es una de las más preocupantes ante la ausencia de directos y la caída de los “royalties”: el 46 por ciento de los europeos no se siente cómodo a la hora de asistir a un concierto en 2021

Teatro Circo
Teatro CircoNUEVO TEATRO CIRCO DE CARTAGENANUEVO TEATRO CIRCO DE CARTAGENA

En 2020, la industria de la cultura y la creatividad europea perdió aproximadamente el 31% de su actividad hasta alcanzar unas pérdidas de 199.000 millones de euros. Las consecuencias de la pandemia del Coronavirus fueron especialmente dramáticas en el sector de las artes escénicas (con una caída del 90% de los ingresos) y la música (un 76% menos) las más afectadas, unos descensos que contrastan con el sector del videojuego, que ha resistido la embestida del coronavirus con una subida del 9%, según los datos de “Reconstruyendo Europa: la economía cultural y creativa antes y después de la covid-19”, presentado esta mañana de manera virtual por Marc Lhermitte, responsable de Ernst&Young -la consultora encargada del documento-; el músico Jean-Michel Jarre, y Jean-Noel Tronc, presidente de la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), de la que forma parte SGAE en España.

En 201 el sector representaba el 4,4% del PIB de la UE, con unos ingresos anuales de 643.000 millones de euros y un valor añadido total de 253.000 millones de euros. Las cultura en sus diversas formas también fue uno de los principales proveedores de empleo de Europa, dando trabajo a más de 7,6 millones de personas; más de ocho veces las de la industria de las telecomunicaciones. Antes de la pandemia, el sector crecía más rápidamente (+2,6% anual desde 2013) que la media de la UE (+2%) y representaba un superávit comercial de 8.600 millones de euros en 2017, las últimas cifras disponibles. La llamada “economía creativa” también era favorable en términos de innovación tecnológica, diversidad de género y empleo para los jóvenes y demostraba que Europa estaba a la vanguardia.

Tras la llegada del Covid-19

Sin embargo, todo el panorama colapsó en el año de la pandemia. El estudio concluye que -con la aparición de la COVID-19-, las industrias culturales se han visto más afectadas que la industria del turismo y casi tanto como la industria del transporte aéreo con pérdidas de más del 30% de su volumen de negocios en 2020, esto es, de 199.000 millones de euros. Los sectores de la música y las artes escénicas experimentaron pérdidas del 75% y el 90%, respectivamente. En las artes visuales, la caída fue de 53.000 millones de euros. La arquitectura, la publicidad, libros, prensa y audiovisuales cayeron entre un 20 y un 40 por ciento comparado con 2019. la industria de los videojuegos fue la única que resistió, al crecer un 9 por ciento.

Con estos datos, la economía de la cultura es la más afectada de Europa, algo menos que el transporte aéreo pero más que el turismo y el sector del automóvil (un 27 y un 25 por ciento respectivamente). Según el informe, el aumento del consumo digital “no compensa” la pérdida de ingresos generados por las ventas físicas (de libros, videojuegos, periódicos, etc.) y los eventos en la mayoría de los sectores, matiza el informe.

Así, a escala europea en el sector de la música, las ventas físicas (CD y vinilos) se reducirán en este años en un 35%, mientras que se espera que los ingresos digitales de la industria de la música grabada crezcan sólo un 8%. Por su parte, el sector audiovisual tendrá un comportamiento similar: con una caída de los ingresos generados por los cines europeos estimada en un 75% en 2020.

En cuanto a la fecha de reanudación de la actividad cultural en este año, el documento habla de “incertidumbre” y por eso añade que se verá “seriamente comprometida” durante este año la capacidad de la industria para mantener y aumentar la inversión en nuevos proyectos de creación e innovación. Según el estudio de EY, el 46% de los encuestados afirmó que no se sentiría cómodo yendo a un concierto durante los próximos meses de 2021; y el 21% reconoció que no se sentiría cómodo yendo durante los próximos años.

Jean-Noel Tronc, presidente de GESAC, alertó del riesgo de tener “otro vacío” en 2021 con la cancelación de los principales festivales y aseguró que ojalá la suspensión de Glastonbury “no desencadene un efecto dominó”. La situación de los músicos es una de las más preocupantes ante la caída de los ingresos por royalties, ya escasos antes de la pandemia. El descenso se cifra en un 35 por ciento debido al cese del directo, los bares, restaurantes y discotecas. Los ingresos de los creadores se verán afectados hasta 2022, dado que nadie es realmente capaz de decir cuándo las actuaciones en directo van a poder regresar. Además, el modelo digital no compensa la debacle: “Estamos viendo que Spotify se introduce en un área oscura”, dijo Jean Michel Jarre.