Sección patrocinada por sección patrocinada
Música

Música

Silvana Estrada, la Chavela Vargas “millennial”

Sin haber publicado un disco todavía, la mexicana se ha ganado los elogios, igual que su artista invitado, Guitarricadelafuente.

Silvana Estrada, de solo 22 años, ya ha llamado la atención de artistas como Natalia Lafourcade o Love Of Lesbian. Foto: Sofía López Bravo
Silvana Estrada, de solo 22 años, ya ha llamado la atención de artistas como Natalia Lafourcade o Love Of Lesbian. Foto: Sofía López Bravolarazon

Lo de Silvana Estrada es una de esas situaciones magnéticas que se dan raramente. Con solo 22 años y sin un disco en la calle, la mexicana ha colaborado ya con artistas como Natalia Lafourcade, Love Of Lesbian, Mon Laferte y Charlie Hunter, atraídos por la fuerza de una voz que muchos ya han comparado con la Violeta Parra y la Chavela Vargas de la generación «millennial». Temas como «Carta» o «Te guardo» la descubrieron como una compositora e intérprete que lo prometen todo. Antes de publicar su primer trabajo largo a comienzos del año que viene, gira por Valencia (7), Madrid (8), Barcelona (14) y Sevilla (16) y que en la capital incorpora como invitado a otro de esos jóvenes artistas que hacen ruido antes de tener un álbum, Guitarricadelafuente.

Uno de sus temas más populares, «Carta», tiene cierta historia detrás. «Es una carta que escribí hace tres años o cuatro pero que nunca mandé. Que no pude entregar como hubiera querido y la dejé guardada en un cajón por años. Y un día la volví a leer y se me hizo tan importante que se me olvidó por completo que era para otra persona. También me di cuenta de que para nada vivo como me decía a mí misma que tendría que vivir. No comparto mucho de lo que habla la carta. Sentí que era algo que me estaba diciendo a mí misma y pense que era importante porque había imágenes hermosoas y quise hacer una canción que me acompañara y darle salida a esa carta que no pude entregar», explica Estrada. Es una idea hermosa la de una carta que se vuelve en contra. Y, por otra parte, ya nadie manda cartas... «Es una pena porque escribirlas es algo muy bello. Yo las escribo todo el tiempo y muchas no las mando. Es importante darte el tiempo de poner en palabras tus ideas y volcar ahí tus sentimientos, tus ideas, tus inquietudes y de enfrentarte a ti mismo y hacer de ello un medio de comunicación que es más funcional que el propio whatssap», dice esta «millennial» atípica. «La tecnología ha reducido mucho el lenguaje, el manejo de las ideas, y cómo se comparten. Yo los mayores malentendidos de mi vida en relaciones siempre se deben a mensajes de que escribes a la carrera y eso jamás me pasó con una carta», bromea. Pero tiene razón. Uno escribe de forma distinta un correo o un mensaje de móvil o una carta en papel. «El lenguaje es hermoso en general y hay belleza hasta en discursos de ciencia o política. Las palabras, colocadas de cierta manera siempre van más allá que su significado».

Sin época es futuro

¿De la misma manera, hacer canción popular como la de Estrada predispone a hablar de cosas más profundas? «Creo que hay géneros que tienden a temas más ligeros, como el reguetón, que son para bailar y quizá por eso no tocan temas tan poéticos... Puede que sean serios, pero no tanto como una canción tradicional que se sostiene por la poesía del texto. Pero, en cambio, la salsa, que también se baila a veces es maravillosa. De enorme poder... supongo que depende de cada caso». Estrada debería estar cantando rap o reguetón, pero prefiere lo popular. «Es la música que me nace, yo siempre escuché folk latinoamericano, ‘‘gringo’’ y mexicano. Y con todo, me resulta futurista hacer un disco de guitarra y voz. Me parece que son cosas sin época y eso es futuro. Cuando uno se entrega a la corriente estética del momento, corre el riesgo de envejecer pronto. Como la música de cualquier época. Prefiero que sea música más atemporal, que suene a clásico popular que le guste a mi abuela o mi mamá o a mi mejor amiga. Eso lo tiene el folk, que es orgánico y rompe la barrera de la estética y no quiero que envejezca rápido», dice la compositora, que casi ha agotado las entradas de su gira española. De su nuevo álbum, dice que le gustaría que se titulase «Marchita» y trata de la historia de una ruptura. «Todas las canciones pertenecen a esa escena de dolor con cierta oscuridad. Muy desde adentro».