Un barco fenicio de 2.600 años será extraído del fondo del mar
El Ministerio de Cultura ha dado luz verde al rescate de la nave, que fue encontrada en 1994 en Murcia y cuya estructura peligra de verse dañada por el movimiento del fondo marino
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A unos 50 metros de las costas de Mazarrón, en Murcia, un barco fenicio de aproximadamente 2.600 años de antigüedad quedó varado, hundiéndose en las aguas de la región. Hasta ahora, esta nave ha sido protegido bajo una cúpula de acero para evitar daños en su casco, pero no era suficiente, pues el movimiento del fondo marino amenaba con perjudicar a la estructura. De hecho, ese escudo podría acabar aplastando la nave. Por ello, según avanzaba ayer el Ministerio de Cultura, el llamado Mazarrón II será extraído del fondo del mar.
De unos 8 metros de eslora, el barco fue encontrado en 1994 por un buceador, protegiéndose en 2000 con la cúpula de acero. Cultura ha decidido dar el visto bueno a la extracción, conservación, restauración y exposición de la nave, así como su tratamiento posterior en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqva) de Cartagena.
No obstante, ahora viene lo complicado: establecer el mejor sistema de extracción, conservación y restauración, para que no se dañe y se pueda exponer debidamente. “El objetivo es el de crear un equipo interdisciplinar en el que la Unesco esté representada”, detalla en un comunicado el ministerio dirigido por José Manuel Rodríguez Uribes.
Desmontarlo en 8 partes
Esto es el resultado de un debate que ha involucrado durante años a numerosos académicos y administraciones públicos. Pero las alarmas saltaron en 2019, cuando un informe determinó que la cúpula protectora de acero, como consecuencia del movimiento de la arena, se encontraba a solo 6 centímetros de tocar la cubierta. Ante esto, la Consejería de Cultura de Murcia aprobó el rescate de la nave y, hasta ahora, el ministerio no ha dado luz verde.
El Mazarrón II está datado en el siglo VII a.C. y fue hallado en 1994 a una profundidad de 2,5 metros, en la playa de la Isla de Mazarrón. Durante 2020 se han llevado a cabo dos acciones para estabilizar la nave y su protección, así como se ha creado un grupo de trabajo que en este año ya se ha reunido 3 veces. “Gracias a las intervenciones del año pasado, la situación del pecio ha mejorado, por lo que se había ganado una ventana de tiempo para decidir la mejor manera de conservarlo”, explican en el comunicado.
Aunque el ministerio aún no ha aprobado el plan de extracción, el plan de trabajo que sí aceptó en su día la Consejería murciana está firmado por el arqueólogo Carlos de Juan: plantea el desmontaje del casco de la embarcación en 8 secciones, siguiendo “las líneas de fractura conocidas y las juntas arquitectónicas”. Asimismo, el experto advirtió del riesgo que conlleva extraer la nave de un solo bloque.