Ignacio H. de Larramendi y su aventura vocacional por la Historia de América
La actividad reveló la dimensión humanística y la voluntad de trabajo que poseía este mecenas
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Fue un hombre multidimensional que no se restringía a una sola arista del conocimiento. Completó los estudios de Derecho y también es cierto que en 1955 relanzó Mafre después de consolidar y afianzar la compañía. Pero jamás dejó de lado las inquietudes culturales que sentía. Así, y obedeciendo a sus impulsos, siempre dedicó tiempo y esfuerzos a apoyar iniciativas sin ánimo de lucro que apeaban siempre en un área del conocimiento.
De esa manera nacieron las distintas fundaciones Mapfre. Una a la que dedicó un mayor esfuerzo fue Fundación Mapfre América, que contaba con el lanzamiento de «Colecciones Mapfre 1492», unas series dedicadas a temas específicos relacionados siempre con la Historia de Iberoamérica. En la celebración del centenario de su nacimiento, la Universidad Nebrija acogió ayer una actividad para recordar esta parte de su contribución humanística. Así, bajo el título de «Dimensión cultural, empresarial e histórica de los proyectos americanistas de Ignacio Larramendi» se reunió a Juan Cayón Peña, ex rector de la Universidad Antonio de Nebrija y hoy adjunto al presidente para las Relaciones Institucionales; Luis Hernando de Larramendi, presidente de la Fundación Ignacio Larramendi; Xavier Agenjo Bullón, director de Proyectos de la Fundación Ignacio Larramendi; Alberto Manzano Martos, ex presidente de la Fundación Mapfre; José Andrés Gallego, profesor de investigación en el CSIC y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia; Miguel Ayuso Torres, catedrático de Ciencia Política y Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas; y Miguel Hernando de Larramendi, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Castilla-La Mancha, patrono de la Fundación Ignacio Larramendi, para charlar sobre su vida y obra.
Los frutos de una vida
Luis Larramendi comentó que estas actividades repasarán lo que «sembró hace 25 años y que ha dado frutos después». Recordó asimismo que para él «América era una obsesión. Los españoles, decía, consideramos a los americanos hermanos. Esta es una expresión de su americanismo». Recordó luego que esa dimensión tuvo «encaje en una aventura quijotesca, que fue el apoyo de la Niña III, la carabela que usó Colón», y también una frase del mecenas que deja traslucir su ironía: «La cantidad de cosas que ha hecho la gente para la posteridad y lo poco que la posteridad hace por la gente». Alberto Manzano Martos hizo hincapié en su imaginación, voluntad y capacidad de trabajo. Algo que quedó claro cuando logró que una mutua que estaba a punto de desaparecer se convirtiera veinte años después en un referente del mercado. También recalcó las investigaciones que promovió y cómo colaboró con archivos y diferentes líneas de investigación.
Además, Agenjo Bullón explicó la importancia que tiene, a nivel internacional, la Biblioteca Virtual Mapfre 1492, que reunió un amplio catálogo de obras con un único propósito: estrechar los vínculos entre las distintas naciones de América y España.