Crítica de “Ilargi guztiak. Todas las lunas”: más que una bestia, una huérfana ★★★☆☆

Director: Igor Legarreta. Guión: I. Legarreta, Jon Sagalá. Intérpretes: Itziar Ituño, Zorion Eguileor, Josean Bengoetxea, Elena Uriz. España, 2021. Duración: 102 minutos. Terror.

Como en «Entrevista con el vampiro» (Neil Jordan, 1994), hay en el filme de Legarreta una niña víctima de las bestias de la noche, aunque la suya sea cándida, inocente, no tenga una posible lectura sexual al uso, aúlle por una familia y transcurra en un contexto político del que carecía el filme interpretado por Tom Cruise y Brad Pitt. De hecho, es una víctima de la tercera y última guerra carlista: año 1876, una menor agoniza en un orfanato tras la embestida de la contienda, y, herida de manera mortal, es salvada por una mujer que decide otorgarle la vida eterna. Pero el precio a pagar es muy alto: deberá estar por siempre en este mundo siendo una niña, junto a su madre bestia y mientras cuenta lunas porque el sol es muerte y la sangre, vida. Pero todo en un día se evapora y, tras perder otra batalla, debe vagar hasta que conoce a un hombre devoto que la acoge en su casa como si fuera su propia hija muerta. Rodada en vasco, hay una cierta nostalgia en este poético filme que traspasa el género fantastico y el del terror. No en vano, y siguen las pérdidas dolorosas, la protagonista despierta en la Guerra Civil. Y dice, entonces, basta.

Que ofrece una lectura muy distinta del vampirismo, más humana y emocional

Nos hubiera gustado saber algo más del pasado de su jovencísima protagonista