Bob Dylan revelará secretos de su vida en un museo en Tulsa dedicado a su carrera

Toda estrella necesita un museo. Es una manera de asentar la fama, aumentar la leyenda y ofrecer un continente a la música, siempre tan inmaterial. Bob Dylan, uno de los músicos más reconocidos del siglo XX, pero también uno de los más misteriosos, que recela de las entrevistas, huye de las cámaras y apenas revela nada de su vida personal, ha decidido abrir el Bob Dylan Center en la ciudad de Tulsa.

Será un museo dedicado a su vida y su carrera musical. Se prevé que en su interior se reúnan un elevado número de objetos, se calcula que serán alrededor de 100.000, que, de una manera u otra le hayan pertenecido o que hayan estado o todavía estén vinculados con él de una manera profesional. Además de los discos y las carátulas, algunas emblemáticas, que han adornado sus álbumes, el recorrido contará con grabaciones no muy conocidas, manuscritos de canciones escritas por él mismo, notas autógrafas, fotografías poco divulgadas y obras de otro cariz que se han visto en contadas ocasiones o son totalmente desconocidas.

La apertura está prevista de momento para el 10 de mayo de 2022, aunque a nadie le extrañaría que se produjeran retrasos en la inauguración. De todas maneras, no hace falta ser un genio para prever de antemano las colas que se formarán a su entrada el día en que se abra al público y, seguramente, de ahí en adelante. Si existe un cantante que cuenta con una verdadera legión de fans, sin duda ese es Bob Dylan. El artista siempre ha tenido a su lado a unos auténticos seguidores a los que no desanima en absoluto la figura escapista y reticente del cantante, que también es Premio Nobel de Literatura, y que siempre ha estado envuelto en polémicas.

El deseado archivo

Si no fuera bastante este proyecto, además, el Bob Dylan Center conservará su archivo personal, una oportunidad para que los investigadores, si obtienen los permisos oportunos, por supuesto, puedan indagar en los capítulos más oscuros del bardo norteamericano. Como ya se aireó en su momento, fueron la fundación de Kaiser y la Universidad de Tulsa las que adquirieron mutuamente el Archivo Dylan por un precio que osciló entre los 15 millones y los 20 millones de dólares, lo que fue una noticia que recorrió todo el mundo. Esta compra fue celebrada porque, al parecer, supone un abundante conjunto documental y una oportunidad para desvelar la cara oculta del genio. Toda una mina para los biógrafos y los estudiosos del músico.

El edificio que albergará el Bob Dylan Center es un edificio sobrio, de paredes de ladrillo y fachada corrida, ventanales sencillos, de tres plantas de altura, que lleva la firma de la arquitecta Olson Kundig. Se ubica en el centro de Tulsa, en un distrito privilegiado y turístico, y, valga la ironía, se encuentra muy cerca del Woody Guthrie Center. Esto no es tampoco una casualidad ni tampoco obedece, únicamente, a una estrategia comercial y turística. Guthrie es un artista que ha permanecido unido a Dylan desde que este emprendió su carrera musical. Fue una de sus grandes influencias, una personalidad que lo inspiró y cuya figura lo animó en los inicios de su vocación. Así que, en realidad, también puede admitirse la lectura de que es una manera de establecer una línea lógicoa entre los dos cantantes.