22.000 personas y sin distancia: así será el concierto que marcará el futuro de los festivales

El pasado marzo, Barcelona ya sirvió de conejillo de indias. En el Palau Sant Jordi, Love of Lesbian actuó en un concierto ante 5.000 asistentes, sin distancia de seguridad, con mascarilla y un previo test de antígenos masivo. Sirvió como prueba piloto para lo que podría ser el futuro de los espectáculos musicales en España, obteniendo un resultado optimista: solo 6 de esos 5.000 dieron positivo en Covid-19 dos semanas después. “Un concierto de música en vivo, en un recinto cerrado, con personas que pueden cantar, saltar, bailar y abrazarse, y que han pasado un test previo, es una actividad segura”, explicó el doctor Josep Maria Llibre, director del estudio. Ahora, la provincia catalana vuelve a ser escenario de otra prueba pero, esta vez, más ambiciosa: el festival Canet Rock 2021 reunirá el próximo 3 de julio a 22.000 personas.

El evento, que tiene lugar en el Pla d’en Sala de Canet de Mar (Barcelona), se producirá, de nuevo, sin distancia de seguridad, con mascarilla y un test de antígenos realizado el mismo día, según han informado los organizadores. Así, los asistentes, antes de ver a artistas como Stay Homas, Buhos, Zoo, Oques Grasses, Miki Núñez y Ciudad Jara, certificarán en la entrada que han dado negativo en el test. Asimismo, en el mismo punto de acceso la organización del festival repartirá mascarillas FFP2 que, una vez dentro, deberán llevar puestas en todo momento. No obstante, esta “planificación pandémica” ni es gratis ni se hace sola. Por ello, las entradas para el Canet Rock 2021 serán 7 euros más caras que en otras ocasiones: el coste del operativo repercutirá en parte a la taquilla.

Doctor Prats, Itaca Band, Roba Estesa, Lildami, Jazz Woman, Miquel del Roig y Cesc son otros artistas que participarán en esta edición que, según su lema, promete a los asistentes que “veremos salir el sol”. Una prueba piloto que es posible gracias a la primera realizada de la mano de Love of Lesbian, así como una previa que se celebró en la Sala Apolo (Barcelona) de formato reducido, con 500 personas, y donde tampoco se detectaron contagios.