Entre Almodóvar y los zapatos de Dorothy: así es el museo de cine con el que Hollywood lleva soñando 90 años

Los zapatos de rubí que Dorothy (Judy Garland) vestía en “El mago de Oz” (1939), una máscara de extraterrestre utilizada para “Alien” (1979), la máquina de escribir que utilizó Joseph Stefano para crear el guion de “Psicosis” (1960), de Alfred Hitchcock, o el trineo de “Ciudadano Kane” (1941) son algunos de los artilugios que componen el nuevo Academy Museum of Motion Pictures. Se trata de un espacio con el que la Academia de Hollywood lleva soñando más de 90 años: desde que la institución nació en 1927, además de los premios Oscar, estaba entre sus objetivos inaugurar un museo dedicado al cine. Ahora, por fin, se hace realidad y en forma de un edificio diseñado por el arquitecto Renzo Piano.

Si bien no es el primer museo del cine en el mundo, pues ya existen en París, Pekín o Turín, sí es el pionero en Los Ángeles, capital cinematográfica por excelencia y, por tanto, promete exponer todo tipo de interesantes y originales objetos. Un centro que espera convertirse en uno de los atractivos turísticos de la ciudad, y que abrirá al público el 30 de septiembre.

“Sabemos que se convertirá en un símbolo instantáneo de Los Ángeles. Una visita obligada”, afirmó este martes el director de la nueva institución, Bill Kramer, en la presentación de un museo que ha costado 400 millones de dólares. Todo ello, a través de, en palabra del presidente de la Academia, David Rubin, el “mayor archivo del mundo”: la colección será incomparable, pues contará con 12 millones de fotografías, 190.000 cintas clásicas, 80.000 guiones, 50.000 pósteres y 20.000 diseños y bocetos.

Una serie de tesoros cinéfilos que se reparten en una superficie de 28.000 metros cuadrados y que son resultado, en parte, de donaciones. Hay objetos pertenecientes a Cary Grant, Katharine Hepburn, Alfred Hitchcock y John Huston, así como recreaciones de escenarios míticos y artilugios originales de películas como “Star wars”, El mago de Oz” y “La la land”. Además, España también estará presente, pues Pedro Almodóvar estará presente en una de las exposiciones temporales, dedicada a repasar su carrera a través de las temáticas más frecuentes de sus películas: la familia, la maternidad, la culpa o la religión.

Además, el ya considerado por muchos medios estadounidenses y europeos como el mayor museo del cine del planeta, incluyen otros interesantes artículos. Desde el disfraz de Black Panther hasta un guión de “Matar a un ruiseñor” (1964) con anotaciones a mano de su protagonista, Gregory Peck, así como notas de castings originales sobre Al Pacino, un modelo a escala real del tiburón que Spielberg utilizó para su icónica cinta, o imágenes juveniles de Christian Bale o Joaquin Phoenix.

“Ha sido un placer diseñar este edificio”, asegura Piano, también creador del icónico Centro Pompidou de París, “cuando era pequeño tuve dos cosas importantes, el mar y el cine”. Y el resultado es un centro ambicioso y atractivo para todo amante del cine, para cuya inauguración no se ha recorrido un camino fácil. Las primeras ideas para dar vida a este edificio surgieron en los años 30, pero no se materializaron hasta los 60, cuando empresarios de Hollywood contrataron al arquitecto William Pereira para diseñar un posible centro.

No obstante, esto nunca salió adelante y, hasta 2012, la Academia no anunció la compra del Saban Building -edificio donde se ha creado el museo-, comenzando a partir de entonces una ronda de financiación que ha contado con aportaciones de grandes figuras del cine: Steven Spielberg, Barbra Streisand, Laura Dern, Eva Longoria, Tom Hanks y Bob Iger.

“No soy cineasta ni arquitecto, pero hace unos años acordé liderar esta campaña de financiación porque este museo es importante para Los Ángeles. Otras ciudades tienen museos del cine, pero este tiene que ser el Partenón de esos lugares”, afirmó Hanks, en representación de las estrellas que han contribuido al proyecto.

Y, cómo no, la inclusividad no faltará en el espacio. El museo, al igual que lo hace la Academia de Hollywood, promete dedicar un importante espacio a contar la historia de los olvidados, así como a recuperar su interés. Ante esto, Sidney Poitier, primer hombre negro en ganar un Oscar a Mejor actor, da nombre al vestíbulo principal, así como hay varios paneles de mujeres que rompieron barreras, como Sophia Loren.