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Crítica de “Zeros and One”: caos digital ★★★

Ethan Hawke en "Zeros and Ones"
Ethan Hawke en "Zeros and Ones"ImdbImdb

Dirección y guion: Abel Ferrara. Intérpretes: Ethan Hawke, Valerio Mastandrea, Cristina Chiriac, Babak Karimi. Alemania-Francia-USA-Gran Bretaña, 2021. Duración: 85 minutos. Thriller.

En 1998, Abel Ferrara dirigió “New Rose Hotel”, denostada por buena parte de la crítica de la época, que, sin embargo, planteaba cuestiones fundamentales en el presente y futuro de la narrativa digital. En aquella adaptación de un cuento del escritor cyberpunk William Gibson, centrada -como lo estaría la otrora incomprendida “demonlover”, de Olivier Assayas- en la crítica a las grandes corporaciones como instituciones de control, el bucle, la repetición y una cierta tendencia a la abstracción dominaban el relato. Ese desarrollo figural, que reduce el caos contemporáneo a una cuestión de ceros y unos, de opuestos que son el mismo, alcanza su expresión más radical en “Zeros and Ones” que, rodada en una Roma nocturna y pandémica, desdibuja el descenso a los infiernos de un militar en busca de su hermano gemelo, un revolucionario, ambos interpretados por Ethan Hawke, en pleno apocalipsis.

Cada vez menos preocupado por la inteligibilidad de lo que cuenta, ya sea por descuido o intencionadamente, Ferrara nos propone un magma de desvíos, texturas y ‘loops’ opresivos que, por un lado, se ofrece como compendio de sus obsesiones -la pasión de Cristo como argumento universal de caída y resurrección, la paranoia antisistema, la disolución figurativa de la imagen contemporánea- y, por otro, como una muestra de cine de guerrilla, urgente, hecho desde las vísceras. El prólogo y, sobre todo, el epílogo, sendas confesiones del Hawke actor, pueden leerse como irónico pie de foto a la estupefacción del espectador ante semejante delirio, a medio camino entre el arrebato genial y el pasatiempo errático de un autor que siempre había soñado con volar la Basílica de San Pedro.

Lo mejor

Sus abstracciones formalistas, la opacidad de su relato, la impresión de que está hecha desde una absoluta libertad creativa.

Lo peor

Su intermitente pomposidad, como si Ferrara quisiera hacernos saber que algunos de sus aforismos ‘new age’ son verdades como templos.