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Cine

Muere el actor Sidney Poitier

Fue el primer intérprete de color en ganar un Oscar, un premio que obtuvo en dos ocasiones, y participó en películas como “Adivina quién viene a cenar esta noche”, “En el calor de la noche” y “Rebelión en las aulas”

Con Sidney Poitier no se va solo un actor, se va también un mito. Elegante, carismático, guapo, con personalidad, sonrisa pícara y de formas contenidas, pero expresivas y cálidas, el actor, que ayer falleció a los 94 años de edad, marcó toda una época con su presencia. Fue el primer actor afroamericano en ganar un Oscar. Lo hizo por “Los lirios del valle”, una producción de 1965 de Ralph Nelson que recibió cinco nominaciones y que estaba ambientada en un convento de monjas. Esa estatuilla era algo más que un galardón, suponía, y supuso para la historia, un antes y un después para la gente de color en Hollywood. Treinta y ocho años después de ese momento, volvería a recibir este premio. Esta vez sería el Oscar honorífico, que reconocía toda su trayectoria cinematográfica.

Una carrera que, curiosamente, es, sobre todo, recordada por su presencia en otros títulos populares, y de enorme relevancia y calidad, que hoy todavía son memorables. Sus personajes estaban marcados por una extrema amabilidad, aunque no estaban nunca exentos de dureza y conciliaban la educación con los momentos de rabia y brotes de dolor y enfado. Desde el principio, Sidney Poitier formó parte de ese elenco de actores de color conscientes de cuál era su situación en la sociedad norteamericana y en la industria del cine. Muchos de sus filmes transpiran el ambiente racista que existía y que existe actualmente en los Estados Unidos. Dos de sus películas más famosas giran alrededor de esta temática. La primera, que todavía se recuerda por la altura de sus interpretaciones y la notable factura que aún conserva, es “En el calor de la noche”, donde compartía protagonismo con el espléndido Rod Steiger (un actor que fue temido por el mísmisimo Marlon Brando, con el que coincidió en “La ley del silencio”).

La cinta, que ganó cinco Oscar, era un filme policiaco de 1967. Fue dirigido por Noran Jewinson y giraba alrededor de un asesinato. Él encarnaba al detective que, en un principio, es acusado del crimen y que, al demostrarse que es un agente del orden, contribuirá posteriormente a resolver el caso al lado del sheriff local. En medio, quedan en evidencia los prejuicios existentes en Misisipi y en sur de EE. UU. La película se llevó el Oscar a Mejor Película y consagró a Poitier, aunque en esta ocasión quien se llevó el galardón de en la gran noche de Hollywood fue Steiger.

Un gran elenco

Pero quizá el título que mejor se recuerda de él es “Adivina quién viene a cenar esta noche”, donde compartió reparto con Katherine Hepburn y Spencer Tracy. Una película de 1967 dirigida por el mítico Stanley Kramer y escrita por William Rose que volvía a abordar el racismo. En esta ocasión desde un ángulo distinto. El género de la comedia suavizaba la seriedad del contenido: la falta de aceptación en la sociedad norteamericana de los matrimonios entre un hombre negro y una mujer blanca. Una denuncia que desvelaba las reticencias que existían no solo entre los blancos, también entre la comunidad afroamericana sobre este punto. Poitier brindó una de sus mejores interpretaciones ante dos astros sin tacha como eran Katherine Hepburn y Spencer Tracy, brillante este último en su papel de padre algo gruñón. De hecho, el actor salió inmaculado de semejante brega interpretativa.

Sidney Poitier, de origen bahameño, tuvo una infancia dura, salpicada de trabajos y de enormes esfuerzos. Obstáculos que no le apartaron de su meta. En 1943 se alistó en el ejército norteamericano para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Al regresar de esta experiencia empezó a dedicarse al teatro en Broadway. Después saltaría al cine. Entre sus filmes más conocidos está “Fugitivos” (1958), donde coincidió con Stanley Kramer y donde compartiría estrellato con Tony Curtis. El accidente de un autobús de una prisión federal, ofrecerá a dos reos la oportunidad de escapar. Uno de ellos es blanco y es racista (Tony Curtis) y el otro es negro (Sidney Poitier). Para huir de la policía y evitar regresar a la cárcel, los se verán obligados a dejar de lado sus ideas y a colaborar entre ellos.

Otros grandes éxitos de su filmografía son “La historia más grande jamás contada” (1965), de George Stevens, centrada en la vida de Jesús de Nazaret, al que dio vida Max von Sydow; “Fisgones” (1991), donde trabajó al lado de Robert Redford, Dan Akroyd, Ben Kingsley y River Phoenix, y “El chacal” (1997), un remake de un filme anterior con el mismo título, en el que coincidió con Bruce Willis y Richard Gere. Entre otras películas destacables caben mencionar “Rebelión en las aulas” (1967), un tipo de película que después sería imitada hasta la saciedad y que marcaría el nacimiento de todo un género dentro de la gran pantalla, y “Dispara a matar (1988), en la que también estuvieron Tom Berenger y Andrew Robinson.