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Los soldados de Comansi, patrimonio histórico y cultural

Un conjunto de figuras donadas al Museo Nacional del Traje de Madrid han sido declaradas como Bien de Interés Cultural (BIC)
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La Razón

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Durante los años 60 y 70, la placentera inexistencia de las tecnologías permitían que los más pequeños se entretuvieran con juegos y juguetes. Y piezas clave fueron en nuestro país los soldados de Comansi. En una época en la que arrasaban las películas de John Wayne, nacieron estos juguetes en miniatura, en forma de indios y soldados de caballería y que avanzaron según la sociedad y los intereses de los niños de la época. Ahora, según publica “elDiario.es”, un puñado de estas figuras de los 70 han llegado en una caja al Museo Nacional del Traje (Madrid), lo que les dota de un valor especial.
Son 85 figuras, entre las que hay un soldado azul con un rifle en la mano izquierda, otro medieval de color rojo con una lanza o un indio, con el brazo izquierdo extendido levantando un arma. Y, desde el momento en que han entrado en dicho museo, esta donación se ha convertido en un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que están protegidos como patrimonio histórico y cultural con la máxima categoría.
El museo ha valorado la donación del conjunto de figuras Comansi en algo más de 700 euros, así como en 2021 aceptaron casi 675 unidades valoradas en más de 110.000 euros. Unos objetos que no solo están relacionados con el mundo de la moda, pues este museo madrileño está principalmente enfocado a vestidos y trajes, sino que también hay objetos lúdicos, máquias de coser o incluso de afeitar.
De hecho, tal es la variedad de la colección que en 2018 incluyeron en el catálogo un álbum de cromos de la liga 1967-1968, año en que el Barcelona derrotó al Real Madrid en la Copa del Generalísimo. Unas páginas que, por cierto, también son un BIC.
Las colecciones del Museo del Traje son únicas en España, pues se trata de un Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico. Es decir, se encarga de recopilar y conservar objetos que pertenezcan a la memoria colectiva de una sociedad, contextualizando cada época con su indumentaria o aquello que se solía utilizar por los ciudadanos. “Esto no es solo un escaparate, nuestras colecciones son un documento humano y social muy rico”, explica la subdirectora del espacio al diario mencionado.

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