Crítica de “El pacto”: la bruja de África ★★★☆☆

Director: Bille August. Guion: Christian Torpe (libro de Thorkild Bjørnvig. Intérpretes: Birthe Neumann, Simon Bennebjerg, Asta Kamma August. Dinamarca, 2021. Duración: 115 minutos. Drama/ biopic.

«Te reconoceré, no por tu rostro, sino por la máscara que llevas». La frase de Blixen que abre la nueva película dirigida por Bille August resulta premonitoria de su final, cuando una mujer mal maquillada, suplicante, le dice algo parecido al poeta Thorkild Bjornvig, casado y con un hijo, antes de que este definitivamente la abandone. Pero, antes, a finales de los años 40, sabremos que la ya aclamada autora, de 63 años y tras abandonar la granja cerca de Nairobi donde residía y perder al amor más trágico, decide volver a Dinamarca para residir en una lujosa mansión frecuentada por los intelectuales de la época aunque ella sigue pareciendo una leona solitaria, herida y egoísta, una mujer enferma por las secuelas de la sífilis que, tras conocer a Bjornvig y descubrir en el joven la semilla del talento, le propone un pacto diabólico: ella lo ayudará sin codiciones para que triunfe en la literatura si, a cambio, renuncia a cuanto le pida. Una relación ambigua y vampírica se establece, así, entre dos personajes parece que condenados a estar juntos, a repelerse en ocasiones, y, otras, a rozar con levedad el deseo. Lo mejor de un filme cuya notable fotografía refleja el clasicismo de este cineasta aunque el espectador pueda sentir ganas alguna que otra vez de zarandear al inane Bjornvig, una polilla ciega por la luz que desprende la auténtica bruja de África.

Lo mejor: Birthe Neumann, excelente en la piel de una Blixen oscura, herida y mefistofélica

Lo peor: fue una historia real, pero a veces cuesta entender las decisiones del protagonista