¿Cuál es el origen de la lotería nacional?

Corría el año 1763, siendo rey de España Carlos III, cuando se estableció en Madrid la Real lotería primitiva o antigua. En aquellos tiempos el ministro de Hacienda era el napolitano Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache. Tres años después, este personaje pasaría a la historia en lo que se conoce como el motín de Esquilache. Recordemos que el pueblo de Madrid se sublevó contra él porque prohibió los juegos de azar o vestir con capas largas y sombreros de ala ancha.

Pues bien, aquella Real lotería primitiva o antigua se estableció en beneficio de varios establecimientos piadosos. El primer sorteo de aquella lotería se celebró el 10 de diciembre de 1763. El nacimiento de esa lotería se estableció por real decreto, firmado por el rey, el 30 de septiembre de 1763. ¿Qué decía el real decreto? Se establecía que en la Villa de Madrid, la lotería primitiva, a favor de los hospitales, hospicios y otras obras pías, bajo las seguridades, método y reglas que se creyeron conducentes.

Aquella lotería no fue un invento español. Al contrario, se imitó lo que ya se estaba haciendo en Roma y otras ciudades italianas. En 1764 se prohibió el establecimiento de ofertas extranjeras en España en atención a haberse introducido abusivamente en varias ciudades y pueblos billetes de varias de ellas que se beneficiaban y despachaban en el Reino, para evitar la exportación del numerario. El infractor que fuera descubierto, por primera vez, pagaría una multa de 500 ducados, dividida entre el denunciador, juez y fisco por partes iguales. Se reincidía se doblaba la multa. Y, si aún así no escarmentaba, si lo volvían a pillar, se le impondría cuatro años de cárcel y una multa de 1.000 escudos.

La moderna lotería española, para diferenciarla de la establecida por Carlos III, se fraguó en Cádiz en el año 1811, en plena guerra de la Independencia. El impulsor fue Ciriaco González Carvajal. ¿Quién era este personaje? Natural de Sevilla, fue jurista y político. Después de estudiar en la Universidad de Granada, donde se licenció en derecho Canónigo, viajó a Filipinas. Ahí fue Oído de la Rea Audiencia de Manila y director de la Sociedad Económica. En 1786 era intendente de Filipinas. De ahí viajó a México, donde los nombraron Oidor Decano de la Real Audiencia de México. Regresó a España en el 1810, al ser nombrado secretario del Despacho del Consejo y Cámara de Indias en Sevilla y, en 1812, era Secretario interino de Estado y del Despacho de la Gobernación de Ultramar.

Aumentar el erario público

La idea de Ciriaco González Carvajal para crear la moderna lotería, era crear “un medio para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto para los contribuyentes”. El proyecto lo aprobaron las Cortes de Cádiz el 23 de noviembre de 1811. Con ella la Hacienda Pública recibiría unos fondos muy necesarios como consecuencia del gasto económico que había y estaba comportando la guerra de la Independencia.

Como hemos dicho, el primer sorteo tuvo lugar un 4 de marzo de 1812. Aquel primer sorteo quedó circunscrito a Cádiz y a San Fernando. Con le paso de los meses se amplió a Ceuta y a toda Andalucía. El avance de la lotería fue proporcional a la retirada de las tropas napoleónicas de España. No fue hasta el 28 de febrero de 1814 cuando se realizó el primer sorteo en Madrid, ya en ese momento para toda España.

Al volver Fernando VII de nuevo a España, la idea de Ciriaco González Carvajal le pareció correcta. No sólo siguieron los sorteos, sino que pasó a llamarse Lotería Moderna. Durante el Trienio Constitucional (1820 a 1823) pasó a denominarse Lotería Nacional. De 1823 a 1833 volvió a ser Moderna y, tras la muerte de Fernando VII ya quedó instaurado el nombre definitivo, que ha llegado hasta nuestros días, de Lotería Nacional, quedando establecida la sede de loterías en Madrid, después del primer sorteo de 1814. Actualmente en España solo hay tres empresas que están oficialmente autorizadas a vender billetes de lotería. Estos incluyen ONCE, Loterías y Apuestas del Estado y Cruz Roja.