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Farsa judicial

La verdad sobre el asesinato de los Rosenberg: nunca fueron espías soviéticos

El matrimonio fue acusado de haber comunicado, filtrado o pasado secretos nucleares a la antigua URSS

Ethel Greenglass Rosenberg y Julius Rosenberg protagonizaron la primera ejecución por espionaje de civiles en la historia de Estados Unidos
Ethel Greenglass Rosenberg y Julius Rosenberg protagonizaron la primera ejecución por espionaje de civiles en la historia de Estados UnidosArchivoArchivo

En el año 1953 el matrimonio formado por Ethel y Julius Rosenberg fueron ejecutados en Nueva York. ¿Por qué los ejecutaron? Parece ser que estamos hablando de Bonnie y Clyde y, tal vez, no vayamos tan desencaminados. Ethel Greenglass había nacido en Nueva York el 28 de septiembre de 1915 y Julius Rosenberg en la misma ciudad el 12 de mayo del mismo año. Ambos eran de origen judío. Julius era ingeniero eléctrico y Ethel se buscaba la vida para ser actriz y cantante. Eran miembros de las juventudes del Partido Comunista de los Estados Unidos. El matrimonio Rosenberg fue acusado de haber comunicado, filtrado o pasado secretos nucleares a la antigua URSS. Esta información la habían conseguido en el centro de investigación nuclear de Los Álamos y en la Universidad de Berkeley.

Los traicionó David Greenglass, hermano de Ethel, maquinista del centro de los álamos, que confesó la traición de su hermana y cuñado. La verdad es que no investigaron demasiado la veracidad de aquella confesión. Dieron por bueno el espionaje y los trató bajo la ley de Espionaje de 1917. Esta ley en un principio prohibía cualquier intento de interferir en las operaciones militares con intención de apoyar a los enemigos de Estados Unidos durante la guerra, promover la insubordinación de los militares, o interferir con el reclutamiento militar.

En 1919, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó por unanimidad en Schenck contra Estados Unidos que la ley no viola la libertad de expresión de las personas condenadas en virtud de sus disposiciones. La constitucionalidad de la ley, su relación con la libertad de expresión y el significado del lenguaje de la ley han sido impugnadas en los tribunales varias veces desde entonces. Aunque los Estados Unidos no estaba en guerra con la URSS, sí que estaba en marcha la guerra de Corea. Las circunstancias permitían condenarlos bajo los auspicios de esta ley.

En agosto de 1950 se convocó́ a un gran jurado federal. Entre los testigos llamados a declarar se hallaban Ruth Greenglass y Ethel Rosenberg. Ethel se negó́ a responder y a la salida del juzgado fue objeto de detención sumaria. Luego un fiscal dijo a la prensa que había “amplias pruebas de que la señora Rosenberg y su esposo llevaban mucho tiempo vinculados a actividades comunistas”. El caso contra Julius era grave, pero los cargos contra Ethel eran más leves. No obstante, diez días antes del juicio, David y Ruth Greenglass cambiaron sus declaraciones de forma radical, una decisión que iba a determinar el destino de Julius y Ethel.

El juicio de los Rosenberg, empezó́ el 6 de marzo de 1951. Aparte del testigo principal de la acusación, David Greenglass, solo había pruebas circunstanciales. Jean Paul Sartre definió este juicio diciendo “La ejecución de los Rosenberg es un linchamiento legal que mancha de sangre a todo un país”. El principal testigo, como hemos dicho, era David Greenglass, que explicó como su cuñado Julius lo hizo espía y como su hermana Ethel había transcrito en su apartamento sus informaciones sobre los secretos nucleares, todo esto fue ratificado por su esposa Ruth.

El jurado popular dictó sentencia, el veintinueve de marzo de 1951, y fue de culpabilidad. El cinco de abril, el juez Irving Kaufman condenó a muerte al matrimonio Rosenberg, no solamente por ser espías al servicio de una potencia extranjera, sino también de las muertes de norteamericanos en la guerra de Corea al haber ayudado a la URSS a desarrollar la bomba atómica.

El matrimonio Rosenberg nunca se declararon culpables y siempre mantuvieron su inocencia. Ethel pidió también clemencia a Eisenhower y le decía: “No somos mártires ni héroes, ni aspiramos a serlo. No queremos morir. Somos jóvenes, demasiado jóvenes. Ambos anhelamos ver crecer a nuestros dos pequeños, Michael y Robert, hasta que lleguen a ser hombres. Deseamos, con cada fibra de nuestro ser, que nos restituyan en algún momento al lado de nuestros hijos para reanudar la armoniosa vida familiar que disfrutamos antes de la pesadilla de nuestros arrestos y condenas”.

El matrimonio Ethel y Julius Rosenberg fueron ejecutados en la silla eléctrica el 19 de junio de 1953. Julius murió cuando se le aplicó la primera descarga. Ethel sobrevivió a las dos primeras descargas, falleciendo a la tercera. El FBI desclasificó, en el año 1970, los documentos probatorios de la gran farsa que constituyó aquel juicio histórico. La Asociación Americana de Abogados reconstruyó décadas después todo el proceso judicial y llegó a la conclusión de la inocencia del matrimonio y de la muerte injusta de los mismos.