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Tom Cruise, estrella incombustible, cumple 60 años: estas son algunas de sus mejores películas

El actor estadounidense llega en plena forma a una de sus etapas profesionales más estables y consolidadas en Hollywood
JEON HEON-KYUNEFE
  • Periodista. Amante de muchas cosas. Experta oficial de ninguna. Admiradora tardía de Kiarostami y Rohmer. Hablo alto, llego tarde y escribo en La Razón

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Su baile en calzoncillos, camisa y calcetines altos en el salón de su casa al son del temazo “Old time rock and roll” de Bob Seger y aquellas escenas tórridas con Rebecca de Mornay (con la que tuvo un breve affaire) no solo subieron gradualmente la temperatura de toda una generación ochentera americana tensionada por la amenaza del SIDA pero cómodamente apoltronada en el peldaño social de la clase media: también sentaron las bases de su lanzadera profesional. Tom Cruise nació en Siracusa, Nueva York, a principios de los sesenta. Hijo del ingeniero electrónico Thomas Cruise Mapother III y de la profesora Mary Lee Pfeiffer, tiene tres hermanas -Lee Anne, Marian y Cass, también cienciólogas, por cierto- y sus orígenes constituyen una amalgama cultural en la que se mezcla ascendencia inglesa, alemana e irlandesa. La familia vivió en muchas ciudades debido a la inestabilidad laboral del padre, pero finalmente se instalaron en Ottawa, Canadá. Sus estudios suponían un problema para Tom ya que estaba al nomadismo circunstancial de tener que trasladarse de forma continua de una ciudad a otra y además sufría de dislexia. En tan solo quince años, asistió a catorce escuelas diferentes.
Tras el divorcio de sus padres, deja Canadá y se instala con su madre y hermanas en Kentucky. Durante un tiempo consideró ingresar en un monasterio franciscano (luego terminaría abrazando el sectarismo de la cienciología), pero al final decidió ser actor. Cruise creció casi en la pobreza y tuvo una educación católica. La familia estaba controlada por la sombra de un padre abusivo, a quien el actor ha descrito en alguna ocasión como “un mercader del caos” y “matón y cobarde”. Incluso llegó a afirmar haber sido golpeado por él: “mi padre era el tipo de persona que, si algo sale mal, te patea. Fue una gran lección para mi vida, el cómo te adormecía y te hacía sentir seguro y después, ¡pum! Para mí era como que “hay algo mal con este tipo. Ten cuidado cuando estés cerca de él””.
Cumpliendo escrupulosamente con el cliché aspiracional del sueño americano, mientras compaginaba sus pinitos en la industria con su trabajo como camarero, a los 19 años decidió ir a Los Ángeless a probar suerte en Hollywood. En 1981, tras un breve papel en la película “Amor sin fin”, sería elegido para actuar en la película “Taps” junto a otra joven promesa: Sean Penn. Durante sus primeros años, el actor participaba esencialmente en un tipo de cine pensado para el público adolescente: comedias como “Losin’ It” (1983) y “Risky Business” (1983) conforman dos buenos ejemplos.
Pero Cruise no tardó en engrosar su historial con títulos de prestigio como “The Outsiders” de Francis Ford Coppola, en donde comparte pantalla con otras futuras estrellas como Patrick Swayze y Matt Dillon, y “El color del dinero” de Martin Scorsese, con el ilustre Paul Newman, quien con esta película ganó el Óscar al Mejor Actor que tanto se le resistía. Desde “Amor sin fin”, la figura de Tom Cruise empezó a ser conocida, pero en 1985 con “Legend” de Ridley Scott y en 1986 con el taquillazo de la icónica “Top Gun” de Tony Scott se forja su fama como actor de historias románticas y de acción, que tanto gustan a sus fans incondicionales.
En 1988 da un salto cualitativo en su carrera con “Rain Man”, película de Barry Levinson que arrasa en los premios Óscar, al obtener cuatro estatuillas, entre ellas la de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (que consigue llevarse Dustin Hoffman). Cruise no resulta premiado por ella, pero al año siguiente es nominado para el Óscar al mejor actor por “Nacido el 4 de julio” de Oliver Stone, donde interpreta a un veterano de la guerra de Vietnam postrado en silla de ruedas que le granjeó su primer Globo de Oro. Estrella incombustible, defensor a ultranza de la liturgia de la pantalla grande (ya dejó claro durante la presentación de “Top Gun: Maverick” en la reciente edición de Cannes que “si lo que hago tiene sentido es para ver una sala tan llena como en la que estamos. El cine es una experiencia compartida, de comunidad. Entiendo todos los aspectos del negocio, pero yo hago películas para la gran pantalla. Hay que mirar a largo plazo, no solo quedarse en el primer fin de semana”) y último gran héroe de la industria americana, Cruise cumple hoy los 60 en estado de gracia, física y profesional, y desde LA RAZÓN sobrevolamos las imágenes de algunas de sus películas más destacables.

1. “Risky Businnes”, dirigida por Paul Brickman en 1983

2. “Top Gun”, dirigida por Tony Scott en 1986

3. “El color del dinero”, dirigida por Martin Scorsese en 1986

4. “Rain Man”, dirigida por Barry Levinson en 1988

5. “Nacido el 4 de julio”, dirigida por Oliver Stone en 1989

6. “Algunos hombres buenos”, dirigida por Rob Reiner en 1992

7. “Entrevista con el vampiro”, dirigida por Neil Jordan en 1994

8. “Eyes Wide Shut”, dirigida por Stanley Kubrick en 1999

9. “Magnolia”, dirigida por Paul Thomas Anderson en 1999

10. “El último samurai”, dirigida por Edward Zwick en 2003

11. “Collateral”, dirigida por Michael Mann en 2004

12. “Leones por corderos”, dirigida por Robert Redford en 2007