El arte español pinta mucho en Holanda
Había mucho interés en saber cómo reaccionaría el mercado de arte antiguo y contemporáneo a este nuevo escenario bélico y post pandemia
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Este pasado fin de semana se clausuró la 35 edición de TEFAF Maastricht, que abrió sus puertas el pasado 24 de junio. Las dudas sobre su éxito eran razonables después de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Por eso había mucho interés en saber cómo reaccionaría el mercado de arte antiguo y contemporáneo -con permiso de Art Basel, claro- a este nuevo escenario. A la expectación se unía el hecho de que la Feria se celebra tradicionalmente en marzo y el retraso a junio suponía otra novedad en su dilatada historia.
El resultado ha sido notable, sobre todo en lo que a arte español se refiere. Los pocos galeristas españoles que han expuesto en la Feria -Artur Ramon, Caylus, Colnaghi, Deborah Elvira y Mayoral- no han hecho su agosto, pero sí su junio. Los museos internacionales y coleccionistas, superada la pandemia, han vuelto a fijarse en el arte español y no solo ellos. Otras galerías inglesas o americanas Stayr Sainty Gallery o Eguiguren han puesto a la venta importantes piezas españolas -de Goya y Juan Bautista Maíno-, lo que demuestra la vitalidad del arte patrio.
Entre las obras españolas vendidas por nuestros galeristas hay que destacar una lurra de Eduardo Chillida (Artur Ramón); la Pintura marró i ocre de Antoni Tàpies (Mayoral) por 425.000 euros junto a dos piezas de Dalí; o la Pareja de floreros con malvalocas y caléndulas de Antonio Ponce por 220.000 euros (Caylus). Mención aparte merece la “Virgen de la leche” de Luis de Morales (c.1560-1570), que la misma Galería Caylus vendió el día de la inauguración por 1.600.000 euros. La tabla, de 64,4 x 49 cm., representa a la Virgen dando el pecho al Niño y procedía de una colección francesa a la que la galería española la había vendido hace más de una década. Tras el fallecimiento del coleccionista, su viuda ofreció la pieza a la galería que no dudó en adquirirla dada su calidad y su impecable estado de conservación.
Otra de las piezas que sorprendieron en la Feria fue el imponente “Retrato de dama” de Rodrigo de Villandrando (c.1588–1622) que la galería madrileña Colnaghi vendió por 700.000 a un coleccionista europeo. El retrato, que procedía de una subasta internacional, ha podido ser atribuido tras su limpieza y estudio al pintor de corte de Felipe III y Felipe IV, lo que también demuestra la revalorización de la retratística del Siglo de Oro. TEFAF Maastricht ha reunido a más de 240 marchantes de 20 países. Incluye pintura de grandes maestros, antigüedades clásicas, arte moderno y contemporáneo, fotografía, joyería, diseño del siglo XX y obras sobre papel. Este año se hizo famosa por el violento robo a una de las joyerías que exponían, pero es también el termómetro perfecto para conocer la realidad no solo del mercado del arte, sino también de la economía mundial. Había interés en conocer si las obras de arte siguen siendo ese valor refugio que ha sido en las últimas décadas. Pues bien, al menos en lo que se refiere al arte español, los datos así lo avalan. Holanda quiere también conservar su hegemonía en este mercado, ahora que el brexit inglés ha dejado a Londres fuera de juego. Y es que el arte se mueve, y el español también.