En Solfa
Melómanos, un hito musical en su día
El objetivo inicial del programa Melómanos que dirigí y presenté en TVE era acercar la música clásica al telespectador medio e interesar al melómano declarado mediante la combinación del gancho de la entrevista con populares aficionados a la música y la inclusión de breves fragmentos musicales, accesibles y en versiones de interés.
Las conversaciones, por tanto, se desarrollaron normalmente en dos frentes. Uno, el principal y más extenso cuanto más próximo a la música se hallaba el invitado, referente a los distintos temas de la vida musical, sus preferencias y relación personal con este arte. El otro, centrado en la actividad profesional del protagonista. Se buscaron personajes suficientemente conocidos y atractivos, supuestamente melómanos y capaces de mantener una conversación distendida, aspecto primordial por cuanto se trata de llevar al espectador la sensación de participar en una charla entre amigos, huyendo por tanto de presentaciones y despedidas protocolarias. Estos personajes representaban a una buena parte de los sectores de la vida española. Ahora han desaparecido muchos de ellos. Hubo periodistas y escritores como Juan Luis Cebrián, Joaquín Calvo Sotelo, Terenci Moix, Rosa Montero, Guillermo García Alcalde o el Duque consorte de Alba; políticos como Alfonso Guerra, Javier Solana, Jerónimo Saavedra o Alberto Ruiz-Gallardón. Los empresarios y banqueros estuvieron representados por Carlos Ferrer Salat y José Ramón Álvarez Rendueles; el mundo de la medicina por José Antonio Vallejo Nájera y hasta por un premio Nobel: Severo Ochoa. Y para que no todo fuera tan serio, también participaron populares del espectáculo como Massiel, Alaska, Víctor Manuel, Lluís Llach, Silvia Munt, Lluis Pascual, Elías Querejeta o Pilar Miró. Sin embargo, y justo es reconocerlo, las opiniones más directas surgieron en sendos programas finales dedicados a los melómanos anónimos.
El más grave problema de la música en España radicaba, a juicio de la mayoría de los participantes y en especial de los melómanos aficionados, en la educación musical. Ellos fueron los últimos invitados en este ciclo que Montserrat Caballé se encargó de cerrar con una entrevista en el Teatro de la Zarzuela. Esta serie tuvo un share enorme por cuanto aún no había televisiones privadas y se emitía los jueves a las 21,30. Prime time, algo impensable hoy día. Eran otros tiempos y, además, sólo existía TVE, por lo que el programa alcanzó una popularidad inusitada.
Han pasado más de 30 años y algunos de nuestros protagonistas lamentablemente ya no se encuentran entre nosotros. De verdad que volver a visionar las grabaciones ha resultado emocionante y, a muchos de ellos, les echo mucho de menos tanto en lo personal como en lo que supusieron en la sociedad española. Tienen en Youtube toda la serie. Disfrútenla.
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