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En solfa

Cuatro libros sobre música

Hay donde elegir, desde el humor de Llade a la larga documentación de partidas y copias registrales de Janín

Pedro González Mira publica un nuevo libro que sigue la saga de «Jesús Villa-Rojo, a través de sus discos», «Eso no estaba en mi libro de historia de la música», el análogo respecto a la historia de la ópera y la «Historia de la gran música para piano». El autor posee unas raras virtudes, como son la de la sencillez de un lenguaje directo y claro, amén de amplios conocimientos sobre todo cuanto escribe con criterios muy personales. En «Los músicos de Stalin» analiza la música y sus compositores de aquella dictadura, con sus problemas a causa de las interferencias políticas. Escribe sobre alabanzas, críticas y modos con los que cada uno de aquellos autores trataron de «escaparse» musicalmente y encontrar su camino. Una buena parte de sus razonamientos sirve también para explicar la decadencia de la música rusa desde la caída del imperio soviético. Una publicación que brinda amplia ocasión para la reflexión.

Carácter bien diferente reúne «El horizonte quimérico», de Martín Llade, periodista bien conocido por el premiado programa «Sinfonía de la mañana» y otras emisiones de RNE. Se trata, en buena parte, de una recopilación de relatos aparecidos en la revista «Scherzo», a los que se añaden otros inéditos. El lector se lo pasará en grande descubriendo cosas que nunca hubiera imaginado, pero que sí imagina el escritor. Por ejemplo, cómo sería Mozart a los cincuenta años o Beethoven con su oído recuperado. Con amplio sentido del humor coloca a sus protagonistas ante las situaciones más inverosímiles, haciendo gala de una imaginación desbordante con guiños a Borges y Marcel Schwob que incluso nos pueden recordar escenas kafkianas de Woody Allen.

Rafael Ortega Basagoiti y Enrique Pérez Adrián, con prólogo del escritor anterior, se centran en contarnos la evolución de la dirección orquestal desde el XIX hasta nuestros días, sin renunciar al rigor pero aportando múltiples anécdotas que facilitan la lectura de lo que podría haber sido y, afortunadamente, no es un aburrido análisis de la técnica de unos y otros. No lo es, porque también aportan anécdotas y entran en cuestiones como las capacidades de liderazgo, necesidad de hoy día para lograr el triunfo. Por sus páginas desfilan, entre más de 200 biografías, desde Berlioz a Pappano, pasando naturalmente por Karajan o Kleiber, pero con bastante detenimiento también en los españoles, de Argenta a López-Ferrer. Una publicación única en su género.

El título de «La insospechada familia de Emilio Arrieta», de Ignacio Janín, puede llamar a engaño, pues no se trata de una biografía del compositor, que no es más que uno de los personajes que desfilan por sus páginas. De hecho, prácticamente todo su contenido se refiere a años anteriores a la niñez de Arrieta y es que el autor se centra en analizar los orígenes de su familia, mostrando con la pertinente documentación la multitud de errores que se han cometido al respecto.

Como ven, hay donde elegir, desde el humor de Llade a la larga documentación de partidas y copias registrales de Janín.