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Lengua

El español sigue ganando terreno en Estados Unidos

El idioma crece en todo el país y se produce un cambio de paradigma: el 55 por ciento de los hablantes de español ya son nacidos en Estados Unidos y se trata de población muy joven

Cartel bilingüe informa sobre centros de votación
Cartel bilingüe informa sobre centros de votaciónLa Raz

El español sigue ganando terreno en Estados Unidos (y en todo el mundo), donde cada vez es más frecuente escuchar y leer en castellano incluso en lugares alejados de los núcleos de referencia de la población latina como California, Texas, Florida y Nueva York. El número de personas en Estados Unidos que hablan un idioma distinto al inglés en su hogar se ha multiplicado casi por tres desde 1980, según los nuevos datos publicados por la Oficina del Censo. Y, pese a la existencia de múltiples lenguas “domésticas” entre los habitantes de EE UU como son el chino, el árabe o el tagalo, este crecimiento se explica casi exclusivamente por los hablantes de español en suelo estadounidense. Actualmente, 67,8 millones de personas hablan otro idioma además del inglés, cuando, en 1980, la cifra era de apenas 23,1 millones (1 de cada 10 habitantes).

En 2019, el idioma más hablado después del inglés en los hogares de EEUU era el español (62%), cuyo número de hablantes ha pasado de 11 a 30,6 millones de personas. Evidentemente, la inmigración del sur del continente explica este crecimiento exponencial, pero uno de los datos más interesantes de este estudio confirma la fuerza y el arraigo que tiene el idioma español en el momento presente en Estados Unidos: el 55% de los hispanohablantes ya han nacido en EEUU. Además, es una lengua de futuro, porque el 16 por ciento de sus hablantes tiene entre 5 y 14 años.

La población latina representa el 26 por ciento de la población de California, el estado más poblado de todo el país con 39 millones de habitantes, el 19 de Texas (30 millones de habitantes en total) y el 9 por ciento de Florida. Además, unos 5 millones de latinos viven en el área metropolitana de Nueva York. Son lugares, todos los anteriores, donde cualquiera puede pasar un día completo hablando en la lengua de Cervantes. Sin embargo, estados como Alabama, Georgia, Luisiana, Michigan, Dakota del Norte y Dakota del Sur, que tradicionalmente recibían poca inmigración, han percibido algunos de los crecimientos más rápidos de la población latina en los últimos 10 años. Grandes áreas del Medio Oeste donde no era frecuente ver carteles en castellano empiezan a adornarse con publicidad y establecimientos donde “se habla español”.

La inmigración hispana se situó en el centro de la agenda política del anterior presidente estadounidense, Donald Trump, que endureció las condiciones de regularización y levantó el muy publicitado muro en la frontera con México para frenar la entrada de migrantes. Muchos de sus votantes temen que la presión latina termine con su sueño de “mantener América blanca”. Sin embargo, el proceso parece imparable, siempre los asimilados al país del norte no abandonen sus raíces con la lengua. El censo arrojaba otro dato curioso, otra tendencia en contra de la anteriormente expuesta: la cantidad de personas que nada más hablan inglés subió casi un 29% entre 1980 y 2019, de 187,2 millones a 241 millones.