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Alaska y Nacho Canut: "Nos sorprende lo frívolos que son los que van de intensos"

Publican «Extrapolaciones y dos respuestas», el segundo volumen de su trabajo de versiones que abarca el siglo XXI y que está producido por Guille Milkyway.

Foto: Cristina Bejarano
Foto: Cristina Bejaranolarazon

Publican «Extrapolaciones y dos respuestas», el segundo volumen de su trabajo de versiones que abarca el siglo XXI y que está producido por Guille Milkyway.

Fue en febrero cuando apareció la primera parte de «Extrapolaciones» (Warner), el disco de versiones de Fangoria, es decir, los incombustibles Nacho Canut y Alaska, que meten en la trituradora electrónica un puñado de éxitos, de Camela a Marta Sánchez, pasando por Hidrogenesse y Joe Crepúsculo. Pero podríamos hablar con ellos por cualquier otra razón.

–El enfoque es el mismo. Música de baile.

–Alaska: Es lo que somos. Fangoria es el baile. Aunque algunas eran perfectas en el original.

–Hoy, para bailar, reguetón.

–Nacho Canut: Hemos metido dos.

–A: Y muchas bases están contaminadas, porque es inevitable, es lo que escuchamos. Pero la música de baile de 2019 es mucho más lenta y minimalista de lo que nosotros hacemos.

–¿Y cuál es el propósito?

–N.C.: El mismo que con cualquier disco, ninguno: nosotros no tenemos propósito.

–¿Son un despropósito?

–A: Un poco sí, en el amplio sentido de la palabra...

–N.C.: Cuando me muera y llegue quizá al cielo y esté el Creador a lo mejor me preguntará: «¿Tú qué has hecho?».

–A: ¡Música de baile! (risas)

–N.C.: Me dejará fuera por no tener propósito, porque nunca lo hemos tenido... ni mensaje. No hay nada detrás.

–¿Ni en el aspecto comercial?

–A: No, porque, si fuera así, jamás hubiéramos tenido diez años de autoedición. Y no fue una apuesta por la independencia o por ser minoritarios: creíamos que iba a gustar a todo el mundo.

–N.C.: Estamos preparados siempre para el éxito y el fracaso.

–¿Diez años de autoedición?

–A: Firmamos por Subterfuge y como estaban bien situados salíamos en TV y en la radio...

–N.C.: Hasta que nos traspasaron, como a Carlos Jean, Najwa o Dover...

–Volviendo al presente, hay dos canciones por encima. Una es «Disfraz de tigre»

–A: Hidrogenesse deberían estar en un museo, porque todo su planteamiento, conceptual, musical, vital... es de primera. Son un grupo perfecto.

–N.C.: Son vidas ejemplares.

–¿Y «Mi fábrica de baile»?

–A: Le metimos una base potente, ni tan lenta ni tan «minimal». Si no, me siento desprotegida.

–¿Tienen «horror vacui»?

–A: Totalmente. Piensa en mi posición en el escenario. Es que no sé qué hacer. Nacho está detrás del teclado.

–N.C.: A mí la guitarra y el bajo ya no me funcionan como escudo porque tienes que poner como una pose y para un señor, que es lo que soy, un teclado es lo más digno. O unas maracas o una pandereta. Pero las guitarras que te cuelgan...

–Han hecho un vídeo en modo «Dinastía».

–N.C.: Ya con los Pegamoides poníamos las peleas de «Dallas» en las actuaciones y luego seguíamos con Fangoria y «Dinastía».

–La gente más joven igual no lo pilla.

–A: Ah, pues que no lo pillen. Yo no había nacido cuando Oscar Wilde y mira, va a ser que lo pillo. Es una cuestión de interés.

–N.C.: Las referencias de Los Beatles, por ejemplo en la portada del «Sgt. Peppers» habrá quien los reconozca y otros que vean monigotes. Damos las referencias y tú sabrás si indagas.

–¿Algún principio o actitud se les ha vuelto bumerán en su contra?

–N.C.: Uy, sí, muchas cosas... ¿He dicho yo eso? Es normal, porque nadie puede mantener sus opiniones inmutables.

–¿Les siguen diciendo qué tendrían que ser como grupo?

–N.C.: Cuando sacamos «Bailando» nos comentaban que por qué ya no sonábamos a los Ramones...

–A: Y luego que por qué no hacíamos más como «Bailando», que era lo único bueno que habíamos hecho en la vida.

–¿Y cuando se les asocia con iconos del movimiento gay?

–A: Es nuestro mundo. Yo me he criado en los bares de ambiente.

–N.C.: ¡Es que yo soy gay desde que nací! (risas).

–A: es como si le dicen a Spike Lee que tiene vínculos con la comunidad negra...

–...Me refería a eso, a la palabra icono.

–N.C.: Yo no me siento abanderado... no, eso no. Eso te lo ponen.

–A: Y es falso que una persona que tiene unas preferencias sexuales debe tener unas preferencias musicales o cinematográficas. Es un cliché.

–N.C.: Me molesta cuando presuponen que por ser gay tengo que tener unas ideas.

–¿Y la imagen de frivolidad?

–N: Ah, eso sí. A mí el humor y la frivolidad me encantan. No me he tomado nunca nada en serio y a los 60 años no voy a empezar. Me niego. Lo siento, sé que la gente es más entregada y más intensa y son muy aburridos. No puedo abandonar el sentido del humor. Me sorprende mucho lo frívola que es la gente que va de intensa y de solidaria.

–A: Y ahora, que la actualidad dura las 24 horas de un ciclo en las redes sociales...

–N.C.: ¿Qué hay más frívolo que la actualidad?