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Anna Frank murió de tifus un mes antes de lo que se creía

La joven Anna Frank
La joven Anna Franklarazon

En contra de loque se pensaba hasta ahora, la autora de uno de los testimonios más desgarradores sobre la II Guerra Mundial, la joven holandesa judía Anna Frank, no tuvo ninguna esperanza de salvar su vida. Sus diarios contaron por ella lo que no pudo relatar debido a su fallecimiento, en febrero de 1945, en lugar del 15 de marzo de ese mismo año, como se creía hasta ahora. La diferencia, que podría resultar banal, no lo era tanto para el dramatismo de su vida, ya que la creencia más extendida era que, de haber aguantado con vida sólo unas semanas más, habría asistido a la caída del ejército alemán y podría haber salvado la vida con la llegada de las asistencias sanitarias aliadas.

Según una investigación llevada a cabo por la Casa-Museo de Ámsterdam que lleva su nombre, y que ha sido presentada en el 70 aniversario del fallecimiento de Frank, tanto ella como su hermana –que murió pocas jornadas antes– contrajeron tifus durante su reclusión, y fallecieron antes de la fecha oficial. A esta conclusión han llegado los investigadores basándose en nuevos documentos y un testimonio inédito hasta ahora. «Es imposible que falleciera el 12 de marzo», dijo de forma tajante Rachel Von Amerongen, autora de la investigación, de acuerdo con las declaraciones de testigos que habían sido ignorados hasta la fecha. Las niñas y su familia pasaron meses cautivas, primero en la buhardilla de su propia casa, y después en el campo de concentración de Bergen-Belsen, donde fallecieron todos, menos Otto, el padre de familia. Anna Frank apenas tenía 15 años mientras escribía el terror que presenciaba. Las tropas aliadas certificaron su victoria sobre los nazis el 15 de abril de 1945. Desgraciadamente, para la pequeña Anna ya era demasiado tarde.