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¿Tienes fuego?

Antonio Campoy: "El kickboxing es un deporte lleno de valores y que saca de la mala vida a mucha gente joven"

Nuestro campeón del mundo de kickboxing es una fiera en el ring y hasta toca la guitarra flamenca

Antonio Campoy: «No me gusta Pedro Sánchez, pero es que salga el que salga será un desastre»
Antonio Campoy: «No me gusta Pedro Sánchez, pero es que salga el que salga será un desastre» Cristian Martos

Nació en Barcelona, pero su sangre veloz es tan andaluza como el olé y el gazpacho. Reside en Mataró desde hace 35 años, los que tiene, y hace unas semanas, en Santa Coloma de Gramanet, se alzó con el campeonato del mundo WACO (Asociación Mundial de Organizaciones de Kickboxing) tras derrotar al suizo Jason Kongolo en una pelea con más tensión que una película de Tarantino. Este Bruce Lee español, al que le encantaría enfrentarse al laureado Ilia Topuria si las disciplinas de lucha de ambos lo permitiesen, ya atesoraba un palmarés alucinante: campeón de Cataluña, dos veces campeón de España, dos veces campeón de Europa de K-1 (combinación de distintas artes marciales) y campeón mediterráneo. Amantísimo padre de familia, fuera del ring se relaja tocando, y muy bien, la guitarra flamenca.

Así, de entrada: si pudiera darle una hostia a alguien fuera del ring sin que tuviera consecuencias legales, ¿se le ocurre a quién? Valen Trump y Putin.

Ja, ja, ja. ¿Solo esos dos?

No, no, yo le ponía un ejemplo. Elija a quien quiera.

Pues empezaría por el presidente del Gobierno.

Vaya. Pues sí que arranca fuerte.

Es que él es el máximo responsable ahora, ¿no? Tanto de lo bueno como de lo malo. Aunque al final es la cara visible.

Vamos, que no le gusta Pedro Sánchez.

No, no me gusta Pedro Sánchez. Pero es que ha llegado un punto en mi vida en el que la política, aunque no debería darme igual, me es indiferente. Creo que salga el que salga será un desastre. Porque miran solo por su bien y, para ellos, el pueblo es lo de menos. Me resulta triste decirlo, pero en España tenemos lo que nos merecemos como sociedad. Y los políticos son el claro ejemplo. Aquí solo nos unimos por el fútbol. Ganan el Barça o el Madrid y salimos todos a reventar las calles. Pero ahí están los impuestos, las leyes sin ningún sentido, los partidos políticos que nos roban… y nadie sale a reivindicar nada. Y cuando hacemos alguna manifestación, somos tan inútiles que cortamos una autopista y nos perjudicamos a nosotros mismos, a la gente que va a trabajar. Lo que tendríamos que hacer es meternos en el Congreso de los Diputados y de ahí no sale un político hasta que cambien las leyes. Lo que no puede ser es que yo esté intranquilo porque a mi abuela o a mis hijos les pueden robar en la calle, o que entren en tu casa y no puedas echarlos.

«El kickboxing es un deporte que está lleno de valores y que saca de la mala vida a mucha gente joven»

Acaba de ganar el campeonato del mundo de kickboxing y apenas veo nada en prensa. ¿Qué está pasando aquí?

Es un deporte un poquito tabú. Desde las entidades públicas o políticas no nos apoyan porque creen que es violento, y es todo lo contrario: un deporte que está lleno de valores y que saca de la miseria y de la mala vida a mucha gente joven. La competición es solo la punta del iceberg, pero por debajo de eso hay muchas más cosas: entreno físico y mental, motivación, muchísimos valores. En mi gimnasio, en Mataró, la gente me dice: «Antonio, prefiero estar contigo que con un psicólogo», y es verdad que yo hago un poco de psicólogo e intento ayudar a la gente, a través del deporte, a superar sus miedos y a ponerse metas. Es compañerismo, cariño, respeto hacia los demás. Y este deporte me ha dado la capacidad de poder evitar cualquier problema sin tener que hacer nada.

Explíquese.

Soy consciente de que puedo hacer daño a una persona, y no lo hago. Pero eso está ahí.

Imagino que tranquiliza saber que se tiene ese poder, como si fuera un superhéroe. Un poder que no va a emplear, pero que le da una gran seguridad.

Evidentemente, eso te da esa paz y esa tranquilidad. Hay una frase muy bonita que lo explica bien: «Prefiero ser un guerrero en un jardín que un jardinero en una guerra».

«Me encantaría luchar contra Topuria. Pero tendría que ser una modalidad que fuera un poquito coherente »

Respecto a lo de que el suyo es un deporte violento, Topuria, luchador de artes marciales mixtas, se ha convertido en unaestrella con la que todo el mundo se quiere fotografiar. ¿Por qué el kickboxing no y la MMA sí?

En la MMA, la promotora UFC, que actualmente es la mejor o la que más repercusión tiene, gasta mucho dinero en marketing y tiene muchísimos fieles seguidores. A lo mejor a nosotros nos falta una afición de calidad. Pero si vas a Japón, en el K-1 te tratan como a una megaestrella. Yo he estado peleando en Glory, que es la mayor promotora de kickboxing a nivel mundial, y te tratan como a una estrella. Y luego llegas a España y mira. Aquí tenemos a Lamine Yamal, él es de Mataró, y cada vez que viene se forma un jaleo tremendo con las televisiones. Yo llevo toda la vida luchando por todo el mundo, sufriendo lesiones, dándolo todo por mi país, por mi tierra, por mi ciudad, y que gane un campeonato del mundo y no se me haga una pequeña mención… Y ya no es solo por mí, sino por toda la gente que va a venir detrás, que hay muchos chavales con ilusiones y con muchas metas por conseguir. Pero es que estamos como vetados.

¿Ve ahí un agravio comparativo, miman a la MMA y proscriben el kickboxing?

Sí, claro. El que Topuria haya entrado en la UFC y haya sido doble campeón le ha dado muchísima repercusión. Y creo que las televisiones e incluso los políticos se ponen del lado del deporte que tiene más fama.

¿Le gusta Topuria?

Sí, hombre. No he tratado con él personalmente y no lo conozco, pero como deportista solo puedo decir que es un grandísimo campeón y un pedazo de profesional. Y me gustan los valores que me transmite, porque es muy parecido a mí en el tema de que la familia es lo primero, y es muy disciplinado y educado. Quizá alguna vez haya pecado un poquito de soberbia, pero como deportista me encanta y lo poquito que he podido ver de él como persona me gusta.

¿Se vería luchando con él? Me refiero a si se pactara un combate entre sus disciplinas.

Sí, de hecho me encantaría luchar contra Topuria. Pero, claro, tendría que ser una modalidad que fuera un poquito coherente. Nunca he hecho MMA, pero en kickboxing, pateo, boxeo, rodillas, me gustaría mucho. Él es un pedazo de deportista, un gran boxeador y un gran pateador.

¿Quién es el luchador, de cualquier época, que más le ha inspirado?

Yo crecí viendo a Peter Aerts, que era un pedazo de kickboxer. Yo venía del taekwondo y empecé a ver vídeos de kickboxing y veía sus combates. Luego empecé a ver a un kickboxer turco que se llamaba Serkan Ozcaglayan, que venía del taekwondo y me resultaba familiar. Pero si tengo que escoger a uno sería Abraham Roqueñi, que es un expeleador de Cantabria que ha peleado en los mejores escenarios del mundo y, para mí, es un ejemplo como deportista y como persona. Tuve el placer y el gusto de poder pelear en una despedida suya y de coincidir con él en varios eventos, y lo admiro al cien por cien.

¿Y qué hacemos con Bruce Lee? ¿Le habría gustado conocerle?

Hombre, claro, imagínate. Bruce Lee fue el pionero de todo, me fascinaba. He visto todas sus películas. Y también me encantaba Van Damme.

«La música y el deporte me lo han dado todo»

Es amante del flamenco y toca bien la guitarra.

Mis raíces son andaluzas y en mi casa he escuchado desde niño mucho folclore, mucha copla y, sobre todo, flamenco. A mi padre le gustaba mucho el flamenco y un día me dijo: «Oye, ¿no te gusta la guitarra, que es muy bonita?», y los Reyes Magos nos trajeron a mi hermano y a mí una guitarra y nos apuntaron a clases. Y a partir de ahí no la he soltado porque me encanta, me apasiona. El flamenco es como un estilo de vida, una música que admiro y amo, y la respeto allá donde vaya. Es identidad nuestra, de los españoles. La música y el deporte me han dado lo mejor de la vida, a mi mujer, mis hijos y a muchísimos amigos en todo el mundo, y sobre todo aquí, en España. Esas dos cosas me lo han dado todo.

Esta sección lleva por título «¿Tienes fuego?». ¿Usted lo tiene?

Sí, hombre, un poquito de fuego aún me queda. Si la pregunta la llevamos al ámbito deportivo, aún tengo una llama ahí que sigue viva. Por eso sigo peleando y sigo vinculado al deporte.