Muere el prestigioso hispanista Jonathan Brown

El prestigioso hispanista norteamericano Jonathan Brown, gran experto en la vida y obra de Diego Velázquez, ha fallecido a los 82 años, según acaba de confirmar el Museo del Prado a través de sus redes sociales. Publica el espacio un mensaje en el que “lamentamos profundamente la pérdida” de Brown, “recordamos con cariño la estrecha relación que tuvo con el Museo del Prado”.

Nacido en Nueva York en 1939, fue profesor del Iinstitute of Fine Arts de la Universidad de la Gran Manzana, así como trabajó en gran número de museos norteamericanos en el papel de asesor científico. Sin duda, su carrera destacó por su especialidad en la pintura española e hispanoamericana de los siglos XVI y XVII, así como en historia del coleccionismo. Pero, ante todo, su nombre siempre figurará en el universo artístico por ser la máxima e indiscutible autoridad mundial en el estudio de Velázquez.

El hispanista siempre ha mantenido una gran relación con la Pinacoteca madrileña. Tal es así que, hacia 1999, Brown fue designado comisario de “Velázquez, Rubens y Van Dyck”, exposición organizada por el Prado en conmemoración del IV centenario del nacimiento del genio sevillano. Asimismo, en 1992, 1998 y 2002 impartió cursos en este museo, colaborando en las muestras “El retrato en el Museo del Prado”, “Obras maestras de Velázquez, IV centenario” o “El Greco. Obras maestras”.

Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y escribió numerosas obras, todas ellas consideradas imprescindibles a la hora de estudiar la pintura barroca española. Destacan entre estos libros “Imágenes e ideas en la pintura española del siglo XVII” (1981), “La edad de oro de la pintura en España” (1990), “Un palacio para el rey: el Buen Retiro y la corte de Felipe IV” (1981), o “El triunfo de la pintura. Sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII” (1995).

Su obra más destacada y reconocida a nivel internacional es “Velázquez, pintor y cortesano” (1986), pues hizo historia en el campo de estudio de Velázquez. Si ya parecía imposible decir cosas nuevas sobre el artista, este libro surgió como una demostración de que la literatura velazqueña puede seguir enriqueciéndose con nuevas aportaciones. Ya confirmen, completen o destruyan teorías. Brown dotaba a Velázquez de un carácter culto, ya no solo desde el punto de vista histórico y político, sino también por su gusto pictórico.