El fotógrafo del flamenco, René Robert, muere congelado ante la indiferencia de los transeúntes tras sufrir una caída en pleno París
Su amigo, el periodista Michel Mompontent, denuncia en redes sociales que el que captó el alma de Camarón o Paco de Lucía fue realmente “asesinado por la indiferencia”
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Captó la magia de Camarón, el taconeo de Manolo Marín y la fugacidad de Paco de Lucía. Se trata de René Robert, fotógrafo franco suizo que hizo historia a través de las imágenes que hizo del flamenco, y que ha muerto con 84 años. Un artista que, durante más de 50 años, atrapó la esencia del arte flamenco, en unas imágenes en blanco y negro que desprenden arte y estética. No obstante, si bien su vida se basó en luces, flecos y festejo, su muerte ha sido trágica, pues falleció congelado en una calle principal de París, tras sufrir una caída y perder el conocimiento. Según informó a BFMTV el periodista Michel Mompontent, amigo íntimo de Robert, murió tras permanecer tendido en el suelo varias horas.
Robert salió a dar un paseo tras cenar en la calle Turbigo, ubicada en pleno centro parisino, alrededor de las 9 de la noche, según narra “RT”. Durante este camino, se desplomó inconsciente en la acera, y permaneció allí hasta las 6:30 de la mañana, cuando un indigente llamó a una ambulancia para socorrerle. No obstante, presentaba un estado extremadamente grave, con heridas en la cabeza e hipotermia severa, por lo que fue trasladado a urgencias, pero no sobrevivió.
Ante esto, Mompontet fue tajante a través de su perfil de Twitter: “Asesinado por la indiferencia. Esta noche a las 19:20 en France Info TV mi homenaje a René Robert, que murió solo en una concurrida calle de la capital sin que nadie se detuviera a socorrerlo... Este trágico y repugnante final de vida nos enseña sobre nosotros mismos”. Asimismo, a los días publicó que “me gustaría mucho conocer al vagabundo que, a las 6 de la mañana, fue el único ser humano que pidió ayuda”.
Nacido en Suiza en 1936, el legado fotográfico de Robert será eterno gracias a las imágenes que realizó a artistas de flamenco, que comenzó a hacer durante los años 50. “Espero el momento”, decía el artista cuando se le preguntaba el secreto de sus inigualables retratos. Hombre de pocas palabras, llegó al alma de varios artistas a través de su objetivo, realizando retratos de Agujetas, Chano Lobato, Fernanda de Utrera, El Torta, La Yerbabuena, María del Mar Moreno y El Chocolate, entre otros. Unas fotografías que publicó en varios libros: “Flamenco” (1993), “La râge et la grace” (2001) y “Flamenco attitudes” (2003)