Vandalismo

Destrozan pinturas rupestres de hace 6.000 años pintando una bandera de España

Ha ocurrido en el Peñón del Muerto: el Seprona ha abierto una investigación para dar con el autor o autores que han vandalizado este arte milenario

De las dos cosas infinitas de las que una vez habló Albert Eisntein, una de ellas acaba de llevarse al extremo. Sea por ingenuidad o por inconsciencia, incluso por malas ideas o equivocación, hay quien acaba de destrozar unas pinturas rupestres de hace 6.000 años. Ha sucedido en el Peñón de la Garganta del Muerto, en Solana del Pino (Ciudad Real), donde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha abierto una investigación para dar con el autor o autores que el pasado fin de semana vandalizaron este arte rupestre pintando una bandera de España sobre él.

Josefa Poyatos, alcaldesa de Solana del Pino, ha sido quien ha revelado lo ocurrido, así como ha recordado que hace unos 15 años, otro grupo de vándalos también arrancaron con maquinaria las pinturas rupestres que se localizaban en el peñón, y se las llevaron. Asimismo, añade que en el pueblo, de unos 300 habitantes, “nos conocemos todos, no podemos acusar a nadie”.

Fue “un grupo de amigos que venían de hacer la ruta de la Virgen de la Cabeza este fin de semana quienes se encontraron con la pintada”, ha explicado a medios de comunicación locales Miguel Ángel Duque, vicepresidente de la Asociación Naturalista Aullidos de Sierra Madrona. “Llevamos muchos años denunciando lo mismo: hay un patrimonio cultural muy grande que está abandonado. Nadie quiere saber nada. No se hacen los estudios suficientes y por tanto ni se pone en valor ni se protege. Tal vez sea porque están en fincas privadas”.

De esta manera, y según la alcaldesa, los autores de este vandalismo han debido ser varios, pues para pintar la bandera en ese lugar y de tal tamaño habría sido necesario algún tipo de escalera, o que alguna persona sujetase a la otra. “Como pensar, hemos pensado que ha sido gente que no es afín a nuestras ideas, pero nosotros no podemos echarle la culpa a nadie”, explica Poyatos.