Así son los tesoros de Sigüenza que tiene que examinar la Unesco para nombrarla Patrimonio Mundial

A pesar de que el complejo arqueológico de Itálica, en Santiponce (Sevilla), lleva años en la carrera por ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, este año ha quedado en segundo plano. El Pleno del Consejo del Patrimonio Histórico, convocado por el Ministerio de Cultura, ha decidido poner por delante de dicha candidatura a la de Sigüenza, población situada al norte de Guadalajara y que tiene en sus calles y paisajes un enorme valor histórico y cultural. Pero, ¿qué tiene Sigüenza como para tener más posibilidades de ser declarada Patrimonio que la cuna de Trajano y Adriano? ¿Qué va a examinar la Unesco?

Según el acuerdo alcanzado en 1972 en la Convención de Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, el procedimiento inicial para que un país pueda incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial implica la creación de un inventario, denominado Lista Indicativa. Eso ocurre después de que la Comunidad Autónoma en cuestión haya presentado a Cultura un borrador, que funciona como una especie de carta de presentación y una explicación de por qué ese lugar debería ser Patrimonio Mundial. Y así lo hicieron desde la Oficina de turismo del Ayuntamiento de Sigüenza, cuya candidatura, titulada "Un sueño posible", figura publicada en su web oficial.

La firma Pilar Martínez Taboada, cronista oficial de Sigüenza, y comienza apuntando que en 1965 dicha localidad fue declarada Conjunto Histórico Artístico, "valorándose no solo sus más de 2.000 años de existencia como ciudad, sino también las huellas que esos siglos de historia habían dejado en ella desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico: una catedral, un castillo, dos templos románicos, más de una centena de casas medievales, varias casonas y diversos edificios municipales", enumera. Y, además, subraya la existencia de "una decena de iglesias, ermitas y conventos renacentistas, barrocos y neoclásicos, varios hospitales, un hospicio y una universidad".

Fortalezas, murallas y distintos estilos

Una de las principales paradas turísticas al llegar a Sigüenza es sin duda la Catedral de Santa María. Con aspecto de fortaleza, incluye un museo y diferentes distintas arquitecturas, tal y como describe Taboada: "Acaba de celebrar en 2019 los 850 años de su consagración. En ella podemos estudiar todos los estilos artísticos desde el románico al neoclásico, y sobre todo admirar una joya, que por sí misma podría ser el motivo por el que nuestra ciudad fuese declarada Patrimonio de la Humanidad". Especifica, de la catedral, "la escultura funeraria gótica de Martín Vázquez de Arce, El Doncel. No en vano los seguntinos eligieron como nombre geo turístico de Sigüenza el de 'Ciudad del Doncel'".

Asimismo, destaca el castillo de los Obispos de Sigüenza, un palacio-fortaleza con una superficie construida de 1.500 metros cuadrados. En este sentido, se percibe hasta qué punto Sigüenza es una joya en términos urbanísticos. Conserva gran parte de sus dos murallas medievales y de su recinto renacentista, y en los pocos metros que distan entre su Alameda y el castillo se pueden estudiar "las características del urbanismo medieval en sus Travesañas, del renacentista en la Plaza Mayor, del barroco en la calle monumental donde se alzó su universidad, del ilustrado en el barrio de San Roque, del neoclásico en la citada Alameda, y del contemporáneo en las nuevas urbanizaciones y barrios de chalet", explica la cronista.

Desde el Ayuntamiento, también se señala el patrimonio inmaterial de la ciudad, como puede ser lo gastronómico, musical o religioso. En este último destacan las cofradías de Semana Santa, como el Descendimiento de la Cruz en Viernes Santo, recuperado por la Cofradía de la Vera Cruz y del Santo Sepulcro después de 237 años. Y advierte la experta: "Sin olvidarnos del trabajo de artesanos y artistas y de todos los que con su participación contribuyen a que las fiestas seguntinas sean inolvidables, tanto las Jornadas Medievales, en honor a la reina Doña Blanca de Borbón, que vivió en el castillo cuatro años confinada en el siglo XIV; como los Arcos de san Juan o las corridas de toros por se celebran por san Roque en la ciudad desde hace quinientos años".

En su candidatura, Sigüenza realza como uno de sus puntos fuertes su perspectiva natural. Tal es así que se presentan ante la categoría de Paisaje Cultural de la Unesco como "Paisaje dulce y salado de Sigüenza y Atienza". Se trata de un territorio que abarca 219 kilómetros cuadrados, delimitados al sur por el Barranco del Río Dulce y al norte por el entorno de la villa de Atienza. Un lugar que registra la existencia de un poblamiento desde el siglo XII, cuando los cristianos conquistaron la zona, así como destacan las salinas de Imón. "Un patrimonio natural en el que se combina la naturaleza intervenida por el hombre, como ocurre en su Alameda, con la que nos ha regalado la geología, en el Barranco del Dulce, famoso por ser el marco donde el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente filmó algunos de sus reportajes mas famosos", concluye Taboada.