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El transfeminismo es la corriente que lidera la eliminación de tabúes y de patrones establecidos para hombres y mujeres en España, un país que se considera "avanzado"en materia legislativa y que, sin embargo, aún vive "sin la plena igualdad"de sexos.

Es la idea que ha trasladado en una entrevista con Efe Juan Vicente Aliaga, comisario de la exposición "Genealogías feministas en el arte español", una de las muestras que componen la temporada expositiva del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) con sede en la capital leonesa, sobre este movimiento artístico surgido en la primera década del siglo XXI.

El tema de los movimientos feministas en España desde la década de 1960 hasta la actualidad ha sido el eje de un seminario organizado entre el Museo Reina Sofía de Madrid y el MUSAC de León, que se ha celebrado durante ayer y hoy con motivo de la exposición.

Una de las conclusiones de los debates celebrados estos días, según ha concretado Aliaga, es que la historiografía del arte español ha "omitido y dejado de lado"durante muchos años las obras de contenido feminista.

De las corrientes feministas que han marcado la historia del arte español, Aliaga ha destacado el transfeminismo, un movimiento surgido en los últimos diez años que en España tiene sus máximos exponentes en artistas de Barcelona, Valencia, País Vasco y Madrid.

Critica la existencia exclusiva de hombres y mujeres al tiempo que trata de borrar las fronteras entre lo masculino y lo femenino.

Para Aliaga, el transfeminismo supone una desinhibición con respecto al cuerpo, a la sexualidad y "a la práctica orgiástica"de la misma, y es una corriente que trata de huir de lo que se supone que es propio y adecuado de la mujer o del hombre.

"Vivimos en un mundo muy contradictorio, porque hay países muy avanzados legislativamente que, sin embargo, viven sin la plena igualdad entre todo tipo de hombres y de mujeres", ha criticado el comisario de la exposición.

Aunque la sociedad española ha experimentado muchos avances en materia de igualdad, el feminismo "aun tiene mucho que enseñar, incluso y especialmente, a los hombres", ha matizado.

Esta corriente artística huye de lo establecido en los museos y busca su espacio en lo público mediante "performances"y otras manifestaciones artísticas "al aire libre", ha explicado.

Se trata de una forma de continuar con los primeros feminismos surgidos en la época de 1960, cuando las mujeres, que aún eran consideradas "ciudadanas de segunda", comienzan a darse cuenta de que deben empezar a romper con los patrones masculinos.