Goya, de Erasmus

Entre 1758 y 1764, un grupo de ocho artistas españoles fueron becados («pensionados», es el término de la época) por la Academia de Bellas Artes de San Fernando con el objetivo de perfeccionar su técnica pictórica en Roma. La prueba del rendimiento académico en esta primitiva beca Erasmus eran unos cuadernos en los que los estudiantes debían copiar las obras de maestros del Barroco y del Renacimiento, así como sus progresos en la «Academia del Nudo», en la que se especializarían en plasmar el desnudo masculino. Debían regresar a Madrid con esos dibujos y enviar otros durante su estadía en Roma. Los alumnos eran Francisco de Goya, Mariano Salvador Maella y José del Castillo, y es de suponer que la calificación final sería el aprobado, pero cualquiera puede poner nota a los tempranos trabajos italianos de estos grandes pintores en la exposición que el Museo del Prado acaba de inaugurar: «Roma en el bolsillo. Cuadernos de dibujo y aprendizaje artístico en el siglo XVIII».

Gracias a un acuerdo firmado entre el museo y la compañía Samsung, el contenido de esos seis cuadernos ha sido digitalizado y puede disfrutarse en unas tabletas táctiles, de tamaño similar al de los cuadernillos, por lo que la experiencia es casi como pasar las páginas originales. En esas cuartillas, el propio Goya lleva la cuenta de sus finanzas en escudos, plata y reales, escribe anotaciones y recordatorios, y también algún pensamiento rápido tomado al vuelo en las calles de Roma. Facturas, cuentas y direcciones aparecen por los márgenes. «Vemos en ocasiones que hay textos artísticos de enorme complejidad, podemos apreciar cómo aprendieron los artistas y constatar sus progresos y sus intereses, ya que muchas veces se fijaban en pequeños detalles de obras muy grandes», aseguró José Manuel Matilla, jefe del Departamento de Dibujos y Estampas del museo y comisario de la exposición. Los cuadernos que forman el núcleo de la muestra no eran parte de la colección histórica de la pinacoteca, sino que, como explicaba ayer el director de El Prado, Miguel Zugaza, han sido adquiridos en los últimos 24 años. A pesar de que, por tratarse de dibujo (y siempre abocetado), pueda parecer un género menor, El Prado ha tenido que hacer un gran esfuerzo para restaurar la encuadernación de los originales y catalogar las más de 1.700 páginas de que constan los originales. Un prolijo catálogo virtual ha sido preparado para la ocasión y puede consultarse a través de la web del museo, al igual que el contenido de los cuadernos también puede disfrutarse en www.museodelprado.es.

Junto a los seis cuadernos españoles, la muestra se completa con otros 23 cuadernos procedentes de instituciones nacionales e internacionales, de artistas de varios países europeos que también aprendían en su particular Erasmus en Roma: Joshua Reynolds, Angelica Kaufmann, Edme Bouchardon y Carlo Spiridione Mariotti plasmaron su forma de ver el mundo también en una libreta.

Asimismo se muestran algunos de los dibujos realizados por José del Castillo, Antonio Martínez Espinosa o Mariano Salvador Maella, en torno a unos mismos modelos que se repiten desde diferentes puntos de vista, y que, en Madrid, eran imitados por los estudiantes. Entre las actividades relacionadas con la exposición, el museo ha organizado unas visitas al Gabinete de Dibujos y Estampas con el objetivo de poner en valor esos fondos, en grupos de 10 personas, cada jueves hasta diciembre, con reserva previa.

- Dónde: Museo del Prado. Edificio Jerónimos. Madrid.

- Cuándo: hasta el 19 de enero.

- Cuánto: 14 euros.