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Museo Meadows de Dallas: la luz de Sorolla ilumina América

Del 17 de septiembre hasta el 7 de enero, la exposición "Luz de España: Sorolla en colecciones americanas" extiende a Estados Unidos la celebración del Año Sorolla, con una treintena de obras procedentes de colecciones privadas y, algunas de ellas, exhibidas públicamente por primera vez
Blanca Pons-Sorolla, comisaria de la exposición que el Meadows dedica al pintor valenciano
Blanca Pons-Sorolla, comisaria de la exposición que el Meadows dedica al pintor valencianoMuseo Meadows de Arte

Madrid Creada:

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La luz de Sorolla no se apaga. Sigue iluminando a través de los horizontes del tiempo, extendiéndose como un arte de brillos y sombras, mediterráneo, local, internacional. El 10 de agosto de 1923 fallecía en Cercedilla este maestro del impresionismo, y un siglo después se sigue celebrando su influencia creativa ya no solo en el país que vio nacer al valenciano, sino también en otros lugares del mundo. El Museo Meadows de Dallas, representante del arte español al otro lado del Atlántico, también celebra el Año Sorolla. Su colección, que cuenta con obras de Juan de Borgoña, El Greco, Goya, Zuloaga, Miró o Picasso, se ha alineado esta vez en torno a las obras del creador de "Paseo a orillas del mar", y lo hace a través de una exposición que busca poner en relieve su gran recorrido y aportación artística. Desde mañana, 17 de septiembre, hasta el 7 de enero de 2024, el Meadows presenta "Luz de España: Sorolla en colecciones americanas", muestra que cuenta con más de una treintena de pinturas procedentes de colecciones privadas estadounidenses, algunas de las cuales se exhiben públicamente por primera vez en décadas.
Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista y reconocida estudiosa de su figura, ha sido la encargada de comisariar la exposición, destacando que se une a la celebración internacional del Año Sorolla para homenajear al artista centenario de su muerte. De esta manera, se pone en alza su labor artística en una muestra que "ofrece una mirada única al trabajo de Sorolla atesorado en colecciones privadas estadounidenses", apuntan Amanda W. Dotseth, Linda P. y William A. Custard, directora del Meadows, "gracias a la generosidad de estos mecenas, el público podrá apreciar el talento cautivador del artista como pintor de la luz". Así, esta muestra es representativa de hasta qué punto el brillo de las pinceladas de Sorolla llegaron hasta EE UU, pues "su popularidad en este país se remonta a aquellos coleccionistas que lo apoyaron en su vida. Al participar en el Centenario de Sorolla, el Meadows se une a otras instituciones españolas e internacionales para ofrecer un nuevo reencuentro del público con la obra de este importante artista", subrayan desde el museo.
"Niños en el mar. Playa de Valencia" (1908)
"Niños en el mar. Playa de Valencia" (1908) Personal Archive, Blanca Pons-Sorolla, Madrid
El primero de los lienzos de Sorolla que adquirió un coleccionista norteamericano fue "¡Otra Margarita!", una obra con la que el artista reaccionó a las desigualdades de su época, y que representa su incursión en el realismo social. Con esta pintura consiguió en 1893 una medalla única en la World Columbian Exhibition de Chicago, lo que demuestra la gran influencia en esta década de sus creaciones en salones y exposiciones internacionales de Europa y América. A partir de 1906, presentó grandes muestras individuales en París, Berlín, Colonia o Londres, y fue en esta última donde Archer M. Huntington descubrió su pintura y le propuso llevarla a Nueva York, para ser presentadas en la Hispanic Society of America, en 1909. Ciento setenta mil personas acudieron a esta exposición durante un mes, y en total se vendieron 201 obras a Museos y coleccionistas particulares.
En estas obras que fueron cautivando cada ciudad estadounidense, eran fundamentales las temáticas más populares del pincel de Sorolla: escenas de playas bañadas por el sol, jardines y paisajes. Asimismo, fue recibiendo encargos de retratos, incluido del presidente William Howard Taft, que pintó en la Casa Blanca. Dos años después repetiría su experiencia americana, de nuevo bajo el patrocinio de la Hispanic Society of America, exponiendo en Chicago y San Louis donde vendió numerosas obras y retrató de nuevo a la alta sociedad americana. La popularidad que alcanzó se ha mantenido a lo largo del tiempo, tal como revelan las recientes adquisiciones por parte de coleccionistas privados.
"Desnudo femenino de espaldas" (1886), de Joaquín Sorolla
"Desnudo femenino de espaldas" (1886), de Joaquín SorollaGlen Cheriton, Impart Photo.
"Una parte importante de mi labor como comisaria de esta exposición es poder ofrecer al público la oportunidad de conocer obras que habitualmente no se pueden contemplar por encontrarse en colecciones privadas", explica Pons-Sorolla. Con esto, "Luz de España: Sorolla en colecciones americanas" recoge un período de varias décadas de la actividad artística de Sorolla: desde una pintura muy temprana, "Desnudo femenino de espaldas" (1886), que pintó en Roma cuando tan solo tenía 23 años, hasta "Detalle del jardín de la casa Sorolla" (1918), que creó dos años después de sufrir el derrame cerebral que le obligó a apartarse definitivamente del pincel. Asimismo, entre los géneros que se pueden disfrutar en la muestra, habrá un pequeño conjunto de desnudos y retratos, una serie de paisajes y jardines y un apartado amplio para obras de mar plenas de luz, transparencias y reflejos, con dos secciones bien definidas, una dedicada al mundo del trabajo en el mar y su fascinación por las velas y otra dedicada al mar y las playas, con niños disfrutando de sus ocios estivales. Y como complemento a la exposición, el Museo Meadows va a exhibir además, en una sala especial, el conjunto de obras de Sorolla sobre papel de su colección.
Según la comisaria, "el éxito de Sorolla en buena parte se debió a su magistral representación de la luz y a la felicidad que transmitían sus obras, que era precisamente la que embargaba al artista mientras las pintaba. Ese entusiasmo y pasión por lo que hacía y su amor a su país es lo que especialmente apreció, y sigue apreciando, el público americano al adquirir sus cuadros. Por ello rendimos este homenaje a Sorolla en este año tan especial, con una exposición que celebra la extraordinaria acogida del pueblo norteamericano hacia su obra”.