España

Rashid Diab, el pintor sudanés que explica España más allá del fútbol

El artista Rashid Diab, durante la entrevista con Efe con motivo de su exposición "The color of people"("El color de la gente")
El artista Rashid Diab, durante la entrevista con Efe con motivo de su exposición "The color of people"("El color de la gente")larazon

El artista Rashid Diab nació a orillas del Nilo y recrea en sus cuadros a las mujeres y los paisajes inmensos de Sudán, pero no olvida la deuda que mantiene con el país donde aprendió a pintar: quiere que los africanos conozcan España por algo más que por la fama de sus equipos de fútbol.

El joven Diab llegó a Madrid en las navidades de 1979, con 20 dólares en el bolsillo y una maleta cargada de carne seca y vegetales deshidratados preparados por su madre, recuerda en una entrevista con Efe en Nairobi, donde este mes expone su colección "The color of people"("El color de la gente").

Con los mismos modestos manjares de los que se alimentan los sudaneses en sus largos viajes por el desierto, Diab sobreviviría los primeros meses de una travesía española que se prolongó durante 20 años y le permitiría llegar a ser uno de los pintores más internacionales de Sudán.

Diab (1957, Wad Medani, en el este de Sudán) llegó a la Universidad Complutense de Madrid gracias a una insólita beca del gobierno sudanés (de diez años de duración) que, más tarde, le permitiría doctorarse y convertirse en el primer profesor africano de su Facultad de Bellas Artes.

Aunque la estética de sus cuadros (colores intensos, simbolismo árabe y, sobre todo en su etapa más reciente, mujeres suspendidas en el vacío del desierto) siempre bebió del ideario sudanés, la técnica la aprendió en España.

"España tiene un arte muy antiguo. En España se puede aprender más arte, y especialmente pintura, que en cualquier otro país", defiende Diab, quien volvió a Sudán hace 15 años.

"Pero la gente -en África- ignora mucho a España, la conoce por el fútbol, nada más", lamenta el pintor mientras recorre su muestra en la galería Tribal de la capital keniana, donde no exponía desde hace 20 años.

Ataviado con los clásicos caftán y turbante sudaneses y unas gafas de alegres colores, dice, en perfecto castellano, estar hablando "como un español"cuando critica los pocos esfuerzos que ha hecho este país por acercarse a África.

"Casi todos los países africanos tenemos el mismo problema con España: es el país que más cerca está de África geográficamente, pero culturalmente, por cuestiones políticas, está más lejos que ninguno", opina.

El pintor lamenta que las sociedades de su continente estén perdiendo esa aportación fundamental: "Se cree que los africanos solo necesitamos ingenieros y médicos, pero también necesitamos artistas bien formados en países como España".

Un día, Diab vio publicada en la prensa la foto del sudafricano Kevin Carter que ganaría el Pulitzer en 1994, y llevaría al pintor a hacer las maletas años después: un buitre acechando a un niño famélico a causa de la terrible hambruna que Sudán padecía entonces.

"Me di cuenta de que Sudán era un país que estaba sufriendo muchísimo, de que tenía muy mala reputación...Tenía que hacer algo, porque no me sentía bien".

De vuelta a Sudán, cayó en la cuenta de que podía ayudar a su país gracias a su experiencia durante la Transición española, en la que fue testigo de cómo los artistas se convirtieron en agentes del cambio social.

Fruto de aquel compromiso creó el Centro de Arte Rashid Diab en Jartum, una residencia de artistas procedentes de todo el mundo que, además, acoge a un creador español cada año, con la esperanza de que pronto se empiece a hacer lo mismo en sentido inverso.

"¿España...? Fútbol, Barcelona...", bromea, imitando la respuesta que suelen darle sus compatriotas cuando les pregunta por este país, del que Diab habla en ocasiones en la televisión sudanesa.

Así pretende cambiar poco a poco la imagen que tienen los sudaneses y el resto de africanos, capaces de recitar de memoria la alineación de la Selección española de fútbol pero que no saben quien era Picasso.

Así devuelve el favor: "Solo estoy dando a España lo que me ha dado en la vida". Efe