Backstreet Boys, la gloria y la ruina
La mítica boy band trata de borrar los malos recuerdos con nuevo disco y gira
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La mítica boy band trata de borrar los malos recuerdos con nuevo disco y gira
Detrás de las sonrisas perfectas, las coreografías, las caras de niños buenos y los gritos de las fans, no era todo oro para los Backstreet Boys. 26 años después del inicio de su carrera, los cinco ídolos de adolescentes ya han cumplido los 40 y llegan a España para presentar nuevo disco, "DNA", en dos paradas en Madrid (13 de mayo) y Barcelona (17). Su mayor gira en 18 años.
Vamos a decirlo pronto: Nick Carter (39 años), Brian Luttrell (44), Howie Dorough (45), Kevin Richardson (47), y AJ McLean (41) están todos casados. No pasa nada, la mayor parte de sus fans también, incluso divorciadas. Porque quienes vayan a verles a sus conciertos de 2019 han vivido tanto como ellos: subidones y abismos, alegrías y penas, lo que se dice madurar. ¿Pero acaso no puede uno pasárselo bien cumplidos los 40?
En la lista de amarguras de los Backstreet hay una en mayúsculas: la traición de su padrino, Lou Pearlman, que estafó al grupo la nada despreciable cantidad de 26 millones de dólares. Este era su mecanismo perverso: "Era nuestro manager, por lo que se llevaba su correspondiente comisión. Pero al mismo tiempo tenía su productora, así que le pagaba los a el los costes de producir el disco. Y además, era, contractualmente, el sexto miembro del grupo, así que se llevaba una sexta parte de todo el dinero que generábamos. Ah, también se llevaba un punto porcentual por la vía del sello discográfico. Y una cosa más: era el propietario de la marca Backstreet Boys", según explicaba Richardson su traición maquiavelica en la inauguración de una exposición a su nombre en Hollywood.
Cuando firmó aquel contrato, Nick Carter tenía 13 años. Seguramente los cinco chicos deberían haber sospechado durante los años que Pearlman no era un tipo legal, pero cumplir su sueño, el éxito y los focos les deslumbraron. De hecho, Carter reveló después que Pearlman, de 40 años, invitaba al grupo a cenar pizza mientras visionaban películas pornográficas. Pasaban "cosas raras".
El relato de estas jugadas forma parte de un documental, "The Boy Band Con"(es decir, el preso de las bandas de chicos) en el que se narra también cómo Pearlman timó a otros conjuntos de muchachos como N'SYNC y O-Town. En la película se cuenta cómo el único que se hizo rico con el grupo fue este tipo orondo y sin escrúpulos. Los Backstreet vendieron 130 millones de dólares y a los chicos les entregó apenas un cheque por 300.000. Le demandaron, claro, y Pearlman terminó en la cárcel, pero no por esta estafa sino por otra de tipo piramidal. Huyó del país pero fue arrestado y falleció en 2007 en la cárcel.
Según algunas estimaciones, Pearlman se estaba agenciando el 78 por ciento de los ingresos. Durante la batalla legal, cuando los chicos del callejón pensaban volver a las actuaciones, el manager incluso se negó a darles acceso a los instrumentos: "Son de mi propiedad", les dijo. Como todo lo demás.
Sin embargo, la participación en este documental fue sanadora para el grupo, que forjó su regreso en las grabaciones. Pero pagaron las consecuencias porque, pudiendo haber llevado una vida de millonarios, cuando el grupo dejó de tener éxito y el dinero había volado, tuvieron que empezar de cero. Richardson trabajaba como bailarín en Disney World. Era una tortuga ninja. Cuando se volvieron a ver para narrar su historia, sus vínculos por los viejos tiempos se restauraron. "Fue como descorrer una cortina", declaró Richardson en la apertura de la exposición del grupo en el Museo de los Grammy. Incluso Carter reveló que el álbum "Black And Blue"trataba realmente sobre la pesadilla de Lou Pearlman.
Los chicos, hoy más bien casi puretas, no han perdido el sentido del humor. "Volvemos porque lo nuestro es más fuerte que el matrimonio. Y más duro. ¿Has estado casado alguna vez con cuatro colegas?". Los Backstreet Boys han cambiado el peinado y las chaquetas anchas. Pero quieren (y pueden) seguir robando corazones.