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Cine

«As bestas» aúlla con fuerza en los Premios Feroz

La película de Rodrigo Sorogoyen, que perdió el premio a la Mejor Dirección en favor de Carla Simón, se postula al Goya

Es un año especial. Quizá el más especial de la década. Esperemos, eso sí, que no el más especial de la que tenemos por delante. Por lo tanto, los Premios Feroz, esos que entrega la prensa y crítica especializada agrupada en la AICE (Asociación de Informadores Cinematográficos de España), debían estar a la altura. Tras el conato de polémica por la ausencia de propuestas verdaderamente feroces, como «Pacifiction», de Albert «Madre Teresa» Serra, o la brillante «El agua», de Elena López Riera, la AICE, en toda su holgura democrática, se decantó por la pedrea.

¿Llovió, por tanto, a gusto de todos? Más a gusto de algunos que de otras. «As bestas», de Rodrigo Sorogoyen, se alzó con el Premio a la Mejor Película Dramática, imponiéndose a «Alcarràs», suponemos, a los puntos del cansancio. No por demérito de la obra maestra de Carla Simón, sino por lo largo de una temporada de reconocimientos que para que su «melocotonazo» comenzó hace casi un año. Justicia matemática fue el premio a Simón como Mejor Directora del año, en un quintento en el que solo Sorogoyen respondía a pronombres masculinos. «Competencia Oficial», esa película que para muchos yacía ya olvidable en esta carrera de fondo, se hizo con el Feroz a la Mejor Comedia, por delante de ese «indie-darling» en el que se ha convertido Jonás Trueba.

Más allá de Almodóvar, un Feroz de Honor con todas las de la ley que hizo por fin acto de presencia en la comunidad donde hizo la primera comunión, los galardones celebrados ayer a los pies de la mítica Romareda, templo blanquiazul, se volvieron más violentos, arrebatados y, sencillamente, incontestables cuando tocó galardonar a esas películas distintas, esas de las que deberíamos tener una veintena al año y, con suerte, estrenamos cinco.

«La visita y un jardín secreto», el documental de Irene M. Borrego que debutó en el Festival de Málaga hace ya un año, se hizo con el Premio Arrebato de No Ficción, mientras que «La piedad», ese invento de Eduardo Casanova que tan mal sentó a quien rara vez se pasa por el cine, fue la película elegida en términos de ficción.

Laia Costa, Mejor Actriz, continuó su caminó inexpugnable hacia el Goya dentro de un par de semanas en Sevilla y Nacho Sánchez, vibrante y turbio en «Mantícora» fue el Mejor Actor.

«La ruta» arrasó, de premio en premio de series, confirmando que es la mejor que se ha hecho esta temporada en nuestro país y poniendo en valor el trabajo de Claudia Salas y sus guionistas, todos abrigados del relente maño con un lobito en su haber. «No me gusta conducir» y Juan Diego Botto, su protagonista, también tocaron metal y Zaragoza se despidió de los premios, del genio de la Mancha y de lo más selecto del cine español de este año, hasta una próxima edición.