Camellos, combustión espontánea en el «garage»
La banda presenta junto a Tigres Leones (¿no son demasiados animales haciendo música?) e Ignatius Farray los temas de «Embajadores», un álbum de punk infeccioso e irónico
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La banda presenta junto a Tigres Leones (¿no son demasiados animales haciendo música?) e Ignatius Farray los temas de «Embajadores», un álbum de punk infeccioso e irónico.
En cada tema, un truco. Un juego de palabras, una broma con mala leche. Las canciones de «Embajadores» (Limbo Starr), el debut de Camellos, son ácido del que provoca risas y no es lisérgico. Llámenlo «garage-punk» para situarnos, porque es un trabajo grabado literalmente en dos días, un fresco costumbrista con un punto de humor absurdo del que van a oír hablar. La próxima semana (jueves, 5 de abril) presentan estos y otros nuevos temas junto a Tigres Leones e Ignatius Farray. Lo llaman «la de Puerto Hurraco 2», una noche de escopeta y perro.
«Bueno, eso que dices de mala leche, pues a veces sí y a veces no. Aunque es verdad que las letras salen mejor en el local cuando alguien llega muy cabreado por alguna cosa», dice Jorge Beltrán, batería del grupo que integra junto a Frankie Ríos, Fernando Naval (ambos voz y guitarra) y Tommy Dewolfe (bajo). «A veces las letras salen de una frase hecha que nos hace gracia y otras, como ''Puedes contar conmigo'' habla de la gente trepa, por ejemplo». Frases como «tu padre es un maestro del incesto» o «verás las flores crecer desde abajo» se combinan con otras más narrativas como «quedemos a cenar, llegaré empapado en gasolina, me sentaré y sacaré una cerilla ¿no te gusta cómo afronto los problemas?» o «fui de Erasmus a Medellín y fui p'adentro por un pelín» que le dan a sus temas un sentido cáustico que ya le gustaría a los punkis de cresta.
Batidos «detox» y más
«Hay veces, no sé si será por eso, que han dicho que hacemos letras políticas y yo creo que no, que en absoluto. Puede que surja alguna vez, pero me parece que nuestras letras tratan más sobre la vida moderna», añade Frankie. ¿Y qué es más moderno que la hipocresía? «Sí, de eso claro que hablamos. Nosotros nunca hemos ido a colegios de alto estándar pero sí que hemos tenido relación con gente, digamos, de clase alta. Y sus comportamientos a veces son absurdos por completo», añade Frankie. A todos los vástagos del pijerío con la vida resuelta va dedicada «Caja de Pino». En ella, dicen: «Hoy salgo con los amigos / quemaremos unos coches /al salir del club de tenis / es lo que hace la gente». «Sí, es que hay algunos que llamamos ricos rebeldes que van de contraculturales y que no cuela...», dice Jorge. En la imagen, por cierto, parodian a Taburete con «un ''hand made'' con camieta blanca y rotulador».
También aparecen con fruición en el disco otra cosa antigua pero moderna, las drogas. «Bueno, pero no es apología ni nada de eso...», aclara el batería. Digámoslo claro, no vaya a ser que algún magistrado encuentre algo punible en sus letras o en este texto. «No es una oda a los estupefacientes, sino que es algo cercano que existe en la juventud y en la música y que no tiene sentido obviar si está ahí», añade Frankie. Sin embargo, el tratamiento del tema por Camellos es mordaz, como en «Operación bikini al estilo Pantani» en alusión al ciclista que estuvo envuelto en dopaje y cuya autopsia reveló el consumo de drogas. «Eso tiene que ver con esa ambigüedad que está tan de moda ahora, de ser muy sanos y tomarte un batido ''detox'' por la mañana y luego, por la noche, tres lonchas para cenar... Eso por no hablar de los pinchacitos para ponerte más fuerte», ironiza Frankie.
Internet y las redes sociales, los tatuajes estúpidos, millonarios «trash» y cualquier tema susceptible de haber aparecido en una conversación en el Palentino termina en una canción de Camellos. «Dos de nosotros somos de Huesca y nos conocíamos de allí, y luego, a través de algún amigo común y de parar en bares que ya no existen, como el Palentino, terminamos conociéndonos y haciendo el grupo», cuenta Jorge.
Los juegos de palabras son el ADN del grupo, que integra a Tommy Dewolfe, nacido en Kansas City (EE UU). «Es una forma de humor que nos gusta a todos. No es que se trate de las manías de uno solo. Y te digo una cosa: Tommy, que lleva seis años en España, estuvo dos saliendo por Albacete. No es que esté empapado del lenguaje y que nada le resulte ajeno, es que está curtido en mil batallas», apunta Jorge. En el nuevo tema del grupo, «Avances», que aparece ilustrado con una tragaperras, hay una línea bilingüe que dice así: «Engendramos a nuestro hijo mientras aparcábamos: parkin-son». Para que luego digan. «Uf, pues prepárate para lo que está por venir, porque seguimos con ese estilo de letras y el mismo sentido del humor».