Can Xue, como Kafka en la China contemporánea
«Al otro lado» es realismo mágico asiático: una narración del reverso de la naturaleza que da forma a lo nuevo de la candidata al Nobel
Madrid Creada:
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Empecemos por donde hay que arrancar: situar a la autora. Tras su seudónimo se oculta Deng Xiaohua, una de las autoras representativas del movimiento experimental y de vanguardia de finales del siglo XX, así como una de las escritoras más importantes de la China contemporánea y candidata recurrente al esquivo Nobel de Literatura. Dicho esto, hay que advertir al lector que, después de leerla, notará –casi sinestésicamente– la exuberante presencia de flora y fauna en su trabajo. Campos enteros de flores luminosas crecen hasta florecer de la noche a la mañana; mariposas venenosas flotan sobre un jardín, eludiendo alegremente sus cuidados límites; los leopardos de las nieves bajan de sus hogares en las montañas para caminar casualmente por las calles vacías de la ciudad. Leer a Can Xue es encontrarse perdido en una ráfaga de crecimiento viral, subordinado a los caprichos de un aceleracionismo radical. Aunque eso no es ni la mitad, en lo que a extrañeza se refiere.
Las historias de Can Xue están llenas de estructuras absurdamente altas, heridas en la cabeza que nunca sanan y criaturas grotescas que parecen dementes. Refracciones de plagas comunes y jardines flotantes, con cigarras y sauces de inclinación espiritual que lloran silenciosamente su destino. Sus tramas se desarrollan en ciudades asediadas por inundaciones, tormentas de arena y nieblas perpetuas; donde el humo de las fábricas nunca se apaga y una profunda confusión aflige a la población; donde el sol abrasador cae como un martillo sobre los indefensos habitantes, marchitándolos hasta convertirlos en sombras. Como si se hubiera metido en vena un suplemento literario de Kafka, Dante y Beckett, navega entre la inestabilidad, la extrañeza y un punto de implosión-explosión extremo; no apto para todos los paladares. Sus historias se leen como sublimaciones barrocas de traumas enterrados, como oscuros tormentos y penas. Hay algo cósmico en sus escritos: como si uno estuviera orbitando una estrella distante.
▲Lo mejor
Es posible que el lector se sienta ante una colección desorientadora de relatos
▼Lo peor
Podría luchar contra la rareza de estas historias, pero es mejor sumergirse