Museo Thyssen

Canaletto, vía «crowdfunding»

El Museo Thyssen presenta un proyecto de micromecenazgo para la restauración de un cuadro del pintor italiano.

Vista de la campaña de crowfunding en su sitio web. El cuadro está dividido en 1000 piezas, las de rojo son las que ya han sido financiadas.
Vista de la campaña de crowfunding en su sitio web. El cuadro está dividido en 1000 piezas, las de rojo son las que ya han sido financiadas.larazon

El Museo Thyssen presenta un proyecto de micromecenazgo para la restauración de un cuadro del pintor italiano.

Pasear por las galerías de un museo, observar cuadros, imaginar su historia y conectar con la época de cada artista permite a cualquier persona formar parte de una obra de arte. El Museo Thyssen Bornemisza pretende ir más allá y presenta la oportunidad de, ya no solo observar una pintura, sino también de colaborar en su restauración a partir de la organización de un micromecenazgo para la conservación de la obra “Plaza de San Marcos en Venecia” (1723) de Canaletto.

Es la primera vez en España que se realiza un “crowdfunding” para la reparación de una obra, la cual se ha dividido en 1.000 partes con un mínimo de contribución de 35 euros. El objetivo es recaudar 35.000, mantener el proyecto durante el mes de julio, si no se consigue antes, ya que faltan aproximadamente siete mil, y permitir a los interesados realizar tantas donaciones como quieran.

Según explica Evelio Acevedo, director gerente de la Fundación Thyssen, “la Ley del Micromecenazgo permite unas desgravaciones un poco mejores que en otro tipo de iniciativas”, ya que la donación tiene beneficios fiscales que, según el artículo 19 de la Ley 49/2002, del 23 de diciembre, a los primeros 150 euros se aplica un tipo del 75% y en los restantes uno general del 30%. Así, contribuyendo con una de las mil piezas, la desgravación sería de 26,25 euros, contando además con recibir “de manera automática el certificado por correo electrónico”, explica Acevedo.

Acevedo celebra que el resultado que han obtenido hasta ahora “ha estado por encima de lo esperado”. Se trataba de un reto “un poco más especial, íbamos a actuar sin haber conocido una experiencia previa”, pero de forma sorprendente en la primera semana “se cubrió el 70% del objetivo, una respuesta muy rápida”, agrega. El museo coincide con la agencia Stock Crowd, con la que han trabajado en el proyecto, en que “una vez llegan al 60% ya están completos”, dice el director, “por lo que alcanzar el objetivo es cuestión de tiempo”.

Las mil piezas

Giovanni Antonio Canal, al que llamamos Canaletto (1697-1768), fue uno de los mejores pintores de Venecia durante el siglo XVIII, así como uno de los mayores representantes del género de vistas urbanas o “vedute”, que consistía en hacer lo que Piranesi en Roma: ofrecer vistas de la ciudad veneciana y alrededores con un realismo parecido al de una fotografía.

Esta especial dedicación a los detalles de sus obras era lo que llamaba la atención de los nobles de su época y lo que ha hecho dudar a algunos estudiosos posteriores, quienes dicen que utilizaba una cámara oscura para proyectar una imagen externa sobre el lienzo. No se sabe a ciencia cierta si el pintor hacía trampas, pero esa obsesión por los detalles también se refleja en el “crowdfunding”. “Lo que menos apetece a la gente es el cielo”, confiesa Acevedo, pues entre tantas cosas para elegir “lo primero que se cubrió fue, de forma muy inmediata, el campanile, luego el Palacio Ducal y posteriormente los laterales de la plaza y los personajes”, agrega.

Así, queda muy poco para completar las mil piezas del cuadro y lo que queda es cielo. En la línea del estilo romántico de Canaletto, ofrece una vista panorámica y una perspectiva realista de la Plaza de San Marcos con una profundidad y una gran cantidad de elementos que permite reunir la vida de ocio, entretenimiento y paseo que caracterizaba ese lugar en la época. A Canaletto no se le escapó ni una pincelada. La fachada del palacio, las figuras, los ropajes, los mástiles que representan las conquistas durante la República, los toldos, las ventanas e incluso los pájaros que rodean la torre se han “vendido” rápido.

“Estamos confiados de que llegaremos a conseguirlo”, dice Acevedo, convencido de que esta iniciativa ayuda a consolidar “la idea de que el Patrimonio Cultural es de todos y que también tenemos responsabilidad en su conservación”, avanzando en un terreno enfocado “a la audiencia, a la población en general, ya que, en definitiva, el cuadro es de todos los españoles”, concluye. La restauración, que contará con los 35 mil euros como parte del coste, mostrará sus resultados aproximadamente a finales de año.