Las "carigrafías" lúdicas y fluidas de Willie Márquez aterrizan en la Galería María Porto
El multidisciplinar artista jerezano lleva sus trazos libres y compositivamente vivos a la capital
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Detrás de sus ondas fluidas de trazo relajado, de sus líneas lúdicas de pintada de baño de garito nocturno, de esa escritura nerviosa despojada de contenido semántico en forma de caligrafía inteligible, se esconde la belleza de la forma y la contundencia expositiva de lo plástico. Pero sobre todo, el amor por la exploración de disciplinas distintas y la pasión por el juego y la dimensión infinita del arte. Willie Márquez (nacido como José Manuel Abraham Márquez Vega) es, además de afortunado por haber nacido en una tierra tan bruja, tan maga y tan de fuego como Jerez, lo que el crítico de arte Bernardo Palomo ha convenido en llamar «un artista nato». Es decir, uno de esos que no tiene disimulos, ni vergüenzas, ni límites creativos.
Su nombre se popularizó dentro del circuito gracias a una famosa intervención con cristales de Swarovski en uno de los 94 toros de Osborne que todavía quedan distribuidos por las carreteras españolas y que siguen dotando al territorio nacional de ese aroma ibérico tan cinematográfico. «Poseía una natural disposición para decir cosas, para manifestar, de forma diferente, lo que otros decían de una manera bastante aburrida. Porque en la personalidad de Willie nada es aburrido; todo puede ser posible y, además, dicho y hecho para crear nuevas expectativas y no dejar a nadie indiferente. Así es Willie, o lo quieres o lo dejas; no hay medias tintas. Willie es artista pasional, sin disimulos; no profesa el credo de lo escueto; su trabajo es pura acción; fortaleza, contundencia en los actos y gestualidad sin cortes», añadía Palomo durante la presentación de la muestra «Pellizcos del alma» en julio de 2021.
El grueso principal de la obra del artista jerezano orbita entre su ciudad natal, Ibiza y Madrid pero desde 2019 decidió que un enclave como Arcos de la Frontera (Cádiz) sería capaz de arrollarle y establecerle, con su cadenciosa noción del tiempo y su espontánea dilatación de las horas y las flores. Aquí reside actualmente y aquí tiene su casa-estudio, conocida como WM Art House donde suceden diversas colaboraciones con otras disciplinas artísticas. Y es precisamente ahora, durante ese ansiado estado de madurez personal y creativa en el que se encuentra instalado, cuando Márquez sobrevuela Madrid hasta el 16 de abril para presentar la muestra «Carigrafías», ubicada en la Galería María Porto.
Treinta obras entre pinturas y grabados componen esta exposición donde el artista crea una serie de rostros por medio de su característico trazo caligráfico conformando un dinámico juego visual. Como añadido compositivo, las intervenciones de las icónicas figuras de los toros de Osborne, tras una colaboración artística con la Fundación homónima, también formarán parte de la exposición. Previo a la muestra, el de Jerez realizó el pasado jueves una intervención efímera en las escaleras de El Corte Inglés de La Castellana, que dan acceso a la galería. Como si fuese el mecanismo de una caja de música, el artista escribió sobre los escalones y cristales con sus propios movimientos, con la intención de aportar una nueva sonoridad y fluidez a las escaleras, y al ambiente mismo del centro comercial. Un ritmo, un trazo y una línea fieles a la libertad de sus manos.