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Patrimonio

Las Carreras de Caballos de Sanlúcar, 180 años entre orillas

Arranca una nueva edición de un festejo único y considerado de Interés Turístico Internacional

Carreras de caballos en la playa de Sanlúcar de Barrameda. A 16 de agosto de 2024 en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz (Andalucía, España)
Carreras de caballos en la playa de Sanlúcar de Barrameda. A 16 de agosto de 2024 en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz (Andalucía, España)Rocío RuzEuropa Press

Las mismas aguas que vieron salir a Magallanes hacia su vuelta al mundo, o a Colón en su tercera visita a las Américas, son cada año testigo de un acontecimiento reconocido por su belleza y singularidad. Es en gran parte (si no en su mayoría) el escenario el que dota a este evento deportivo de una espectacularidad y de un encanto que resulta cada año más atrayente para aquellos que buscan emoción, sol y un buen vino. Entre ostiones, manzanilla, el Parque Nacional de Doñana y los bigotes de Bajo de Guía, ya ha arrancado un nuevo ciclo de las Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda. Un evento que cumple 180 años, y que se celebran los 5, 6, 7, 19, 20 y 21 de agosto.

Estas fiestas, de Interés Turístico Internacional, se celebran cuando se alcanza la bajamar y el cielo va tornándose en tonos ocres ante el descenso del sol. Entre las dos orillas que se forman –la que precede a un mar salpicado de barcos y la del público que se aglutina tras las vallas–, se celebran en esta edición 25 carreras de primer nivel, en la que los pura sangre desfilarán por la arena de la playa dejando, un año más, una exquisita estampa. Una cita que se alza en su categoría como una de las relevantes del circuito español, un prestigio –resurgieron con auge en 1981 al refundarse la antigua Sociedad de Caballos– que aumenta al ser asimismo las carreras más antiguas del Turf nacional.

Desde 1845 se celebran estas fiestas en la desembocadura del río Guadalquivir. Son los más románticos los que apuntan su origen a la mitología, que cuenta que el dios Apolo hacía descansar a sus caballos al llegar a las costas de Sanlúcar, y al desengancharlos éstos disfrutaban de su libertad galopando por sus orillas. Lejos de estas fábulas, algunos historiadores apuntan que los inicios de estas carreras se deben a las que realizaban estos animales para transportar el pescado, hipótesis también descartada pues se trata de una hípica de velocidad al estilo inglés, no de resistencia.

En «Las carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda», explica el periodista José Carlos García Rodríguez que fue en Jerez de la Frontera donde se celebraron las primeras de la provincia, como consecuencia del auge de la hípica a principios de 1840. Debió ser esto conocido por unos sanluqueños que organizaron un festejo que aglutinó, según la prensa de la época, a la población «como una alegría extraordinaria, el número de personas que de distintos puntos acudían hacían presentar a la ciudad un aspecto poco común». Una estampa que poco difiere de la de 180 años después, en la que niños, abuelos, forasteros y autóctonos se reúnen para ser testigo, como el horizonte del Atlántico, de la puesta de sol más vibrante del sur de España.