Cataluña hace oídos sordos a la justicia con el «caso Sijena»

La Generalitat se ampara en la Ley de Patrimonio catalana para saltarse otro plazo de entrega de los bienes «expoliados» al monasterio oscense, mientras Aragón pide a la jueza ir a «recogerlos» a Lérida con las fuerzas de seguridad.

«Podéis esperar sentados». Esa podría ser la respuesta figurada de la Generalitat de Cataluña al Gobierno de Aragón en relación al caso de los bienes del monasterio oscense de Santa María de Sijena que se niega a devolver a pesar de los numerosos requerimientos judiciales. El último plazo (hasta ahora) expiraba ayer a las 22:00 horas. Desde las 8:00, 20 técnicos encabezados por el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, y el alcalde de Villanueva de Sijena, Ildefonso Salillas (PAR), esperaban mano sobre mano en el museo habilitado en el monasterio para recibir las 44 piezas que faltan del lote total de 97 que el Museo de Lérida tiene que remitir. Había expectación ayer en Sijena, pero pocas esperanzas de que la Generalitat cumpliese con la Justicia y cerrara este capítulo «surrealista» (en palabras del abogado de Villanueva, Jorge Español) de la España de las autonomías.

«No van a aparecer –confesaba a LA RAZÓN el alcalde de esta localidad desde bien temprano–. Ojalá me equivoque porque sería una gran alegría. En cualquier caso los técnicos han establecido tres turnos para esperar hasta la hora límite». Al otro lado de la frontera regional, fuentes del Govern catalán confirmaban a este periódico los temores de Sijena: «Las piezas no se van a devolver porque todavía hay recursos pendientes». La Generalitat se aferra a una nueva vía en la Audiencia Provincial de Huesca. El Govern considera que la Ley de Patrimonio Catalán impide sacar fuera de su territorio las piezas y enajenar las colecciones. «Hasta que no tengamos respuesta de la Audiencia no vamos a devolver nada», insisten. Y ello a pesar de que el Juzgado de Instrucción 1 de Huesca le obliga desde 2015.

De hecho, este incumplimiento no es ni de lejos el primero. En julio del año pasado, fuera de plazo, Cataluña devolvió 51 de los 97 bienes. Eran los de «menor valor» de toda la partida, según reconoció la propia portavoz, Neus Munté. Obras descatalogadas que ni siquiera se exhibían en el MNAC de Barcelona y el Museo de Lérida. Dos piezas incluso se extraviaron y nadie conoce su paradero. Otras 44, de mayor importancia, se quedaron en Lérida. Son las que reclama ahora Sijena. En una primera instancia se fijó la fecha de regreso para este 25 de julio. La Generalitat recurrió y se alargó el plazo hasta ayer. Esta nueva negativa aplaza el proceso previsiblemente hasta septiembre y más allá, pues las vacaciones judiciales arrancan hoy. El director aragonés de Patrimonio anunció que el Gobierno de Aragón pedirá a la juez Carmen Aznar que habilite el día 1 de agosto como laboral para permitir que los técnicos puedan personarse con la Policía en Lérida «a recogerlos». Nacho Escuín asegura que Aragón ya tiene preparado todo un dispositivo de traslado, con transporte especializado y «todos los requerimientos y seguros necesarios», para personarse en Cataluña. Sólo falta el visto bueno de la Justicia, que denegó esa misma operación hace unos días.

Las vacaciones judiciales pueden evitar la foto del verano: la «fuerza pública» entrando en el Museo de Lérida. La maniobra dilatoria del Govern parece que está surtiendo efecto. Las excusas han sido varias en los numerosos recursos presentados: que el museo de Sijena no tiene las garantías necesarias para conservar las obras; que la Generalitat no dispone de ellas porque están en manos del Museo Diocesano de Lérida; que la Ley de Patrimonio catalán lo impide. Oriol Junqueras, vicepresidente del Govern, insistía ayer mismo ante los micrófonos de Catalunya Radio en que hay «razones de conciencia» y argumentos «legalmente muy sólidos» para no desprenderse del «tesoro de Sijena». Así las cosas, el culebrón de los bienes promete seguir vivo en los próximos meses.