2012, un año de récords
Las salas de cine llevan años perdiendo espectadores, especialmente las de España; sin embargo, el ejercicio pasado los grandes estrenos rompieron todas las marcas en recaudación
Expeditivo, inexperto, arrogante, atractivo, hasta «chulo de gimnasio». Se ha dicho de todo del Bond de Daniel Craig, aunque para los productores de la saga, probablemente, el único calificativo válido sea «milmillonario». «Skyfall» es el primer 007 que da en la diana de los mil millones de euros, los que lleva recaudados en todo el mundo, sin que ningún otro agente al servicio de su majestad lograra antes. Es más, solo catorce películas en la historia lo han logrado: «Avatar», «Titanic», y franquicias como «Piratas del Caribe» o «Transformers». Mientras en España lo más comentado de esta nueva entrega era el malo tan extravagante compuesto por Javier Bardem, en Londres ampliaban la alfombra roja para Sam Mendes por ser también el primer director que lograba que una cinta alcanzara los cien millones de libras en los cines británicos. Una guinda en el pastel del 50 aniversario de James Bond, una edad que lejos de atrofiar al agente parece haberle otorgado superpoderes, como demostrará en la próxima entrega de los Oscar, que también homenajeará a este mito, como acaba de anunciar la Academia de Hollywood.
El récord de «Titanic»
No ha sido un caso aislado en el balance de las salas de exhibición durante 2012. Había algunas incógnitas sobre cómo iban a reaccionar los fanáticos de «El señor de los anillos» cuando se estrenara la primera parte de «El Hobbit», pues Peter Jackson, al contrario que en la saga, tenía esta vez que estirar la trama de Tolkien para que un pequeño volumen cundiera para tres películas. A pesar de las críticas, los fieles acudieron puntuales a la cita y después de hacer estragos en su première en Nueva Zelanda, rompió el récord de un mejor estreno en diciembre, mes reservado a los taquillazos por las extensas vacaciones, con 84,6 millones de dólares en un primer fin de semana, pulverizando el registro que estableció Will Smith con «Soy leyenda». Para colmo, se ha impuesto a «Los miserables», una de las grandes apuestas de Hollywood para las Navidades.
Hubo agoreros que dudaban del tirón de «Crepúsculo», pero la última entrega de la saga «Amanecer 2» hizo que se retractaran. Fuera porque sus seguidores quisieran contemplar cómo ponía el cine el punto y final o empujada por la intensa campaña mediática sobre la ruptura sentimiental de sus protagonistas (Robert Pattinson y Kristen Stewart) y posterior reconciliación, el estreno fue el mejor de la historia de España con 9,2 millones de euros de recaudación que dejaron 1,2 millones de espectadores. Con este nuevo dato, los distribuidores confirmaron que España fue el territorio más rentable para la saga si tenemos en cuenta la recaudación per cápita. En nuestro país, precisamente, se ha registrado la mejor cuota de mercado de la producción nacional desde los últimos 27 años. En gran parte gracias a «Lo imposible», la cinta de Juan Antonio Bayona que en el balance provisional de 2012 había hecho una caja de 40, 5 millones de euros y casi 5,8 millones de espectadores. Unas cifras que no solo la convirtieron en el «made in Spain» con mejores datos nunca vistos, sino que además facilitó que sobrepasara en euros la cota de «Titanic», uno de los grandes éxitos de la historia del cine mundial. ¿Cómo es posible que surjan estas cifras en las salas si llevamos años hablando del declive del modelo y de la búsqueda de alternativas? «En el mercado español, que no deja de decrecer desde 2004, la gente acude al cine por impulsos. Siempre existen películas que se convierten en verdaderos acontecimientos. No sabemos lo que va a ocurrir en el futuro», precisa Estela Artacho, presidenta de la Federación de Distribuidores de Cine (Fedicine), que agrupa a las «majors».
En versión original
Hay quien ve factores sociológicos detrás del fenómeno: «Lo que ocurre en la industria del cine suele ser un buen reflejo de la situación social. Las diferencias entre sectores, cada vez más acentuadas, tienen una correspondencia con cómo se comportan las películas en la taquilla: las más grandes ganan más y las pequeñas, menos. De todas maneras, es algo que, de forma más o menos acentuada, siempre ha ocurrido», comenta Pablo Nogueroles, representante de Warner en España. También hemos querido saber la opinión de alguien que lucha por el favor del público con títulos europeos y en versión originial subtitulada, el presidente de la Academia de Cine y máximo responsable de Alta Films, Enrique González Macho: «Sí es cierto que se percibe una polarización. Las cintas grandes consiguen más espectadores en detrimento del resto. Creo que esto se debe, principalmente, a las campañas de promoción y su influencia en las elecciones del público. Están cobrando mucha importancia, lo que beneficia a las de mayor presupuesto. Las opciones para competir del resto son menores ahora». Este fenómeno que describe González Macho es lo que Pablo Vasile llama «el campañón». Es decir, durante los días previos al estreno de «Lo imposible», por ejemplo, la mayor parte de las cortinillas de Telecinco, es decir, las transiciones de los programas a la publicidad y a la inversa, estaban dedicadas a los protagonistas de la película de Bayona, en cuya producción participó Mediaset. De tal manera que los espectadores de su cadena fueron bombardeados con la sugerencia de que acudieran a ver el filme, mientras que casi un centenar de estrenos españoles no tiene presupuesto suficiente para publicitarse en televisión. En definitiva, los expertos subrayan que teniendo en cuenta que la gente acude al cine cada vez menos ocasiones al año, los espectadores seleccionan mayoritariamente los títulos de los que se habla en la calle, que vienen a ser los grandes estrenos de cada trimestre.
Sin embargo, hay otros analistas que puntualizan que estos récords forman parte también de la maquinaria propagandística de estos grandes títulos, y que no son para tanto. Por ejemplo, «El Hobbit» tuvo un magnífico fin de semana para ser septiembre, pero su registro fue peor que otros grandes estrenos como «Los juegos del hambre», «El caballero oscuro: la leyenda renace», «Los vengadores», «Skyfall» o «Amanecer 2». También la mayor parte de récords se dan en euros o dólares, pero no en millones de espectadores. Hay que tener en cuenta que los balances se abultan por el mayor valor de las entradas en 3D, además de la inflación. El dato de «Lo imposible» es espectacular, pero en 2012 no había alcanzado todavía en espectadores a «Los otros», la cinta española más taquillera, que logró 6,4 millones de entradas. Y mucho menos a «Titanic», que fue vista en las salas por más de once millones de españoles, pero las entradas en 2007 no solo se cobraban en pesetas, además eran mucho más baratas.
Lo más esperado de este año
«Lincoln», la reconstrucción de Steven Spielberg de la gestación de la enmienda que abolió la esclavitud en Estados Unidos es el más madrugador de los grandes estrenos de 2013 (día 18 de enero), una semana antes de que Tarantino viaje al Oeste con su «Django desencadenado» . Un año, a priori, sin mucho derroche de imaginación repleto de «remakes» como «El gran Gatsby», con Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan y «Carrie», secuelas de grandes sagas como «Lobezno», «Superman», «Los juegos del hambre», «El Hobbit», «Iron Men», «La jungla de cristal» y adaptaciones literarias como «Anna Karenina», «Grandes esperanzas», de Dickens, o clásicos como «Oz, un mundo de fantasía». Habrá que esperar al verano para ver «Pacific Rim», de Guillermo del Toro, y a Brad Pitt en «Guerra Mundial Z». En clave nacional, el panorama parece, a priori, más animado. Almodóvar promete volver a la comedia con «Los amantes pasajeros», que es también su elenco más repleto de caras conocidas, con Antonio Banderas y Penélope Cruz a la cabeza. Otros grandes de nuestra industria también estrenarán, como Álex de la Iglesia («Las brujas de Zugarramurdi»), también plagado de estrellas, Isabel Coixet («Ayer no termina nunca») y Daniel Sánchez Arévalo («La gran familia española»). Por no hablar de «Open Windows», que Nacho Vigalondo ha rodado con Elijah Wood y Sasha Grey.