Crítica de «Un novio para mi mujer»: Como sea, pero lígatela ★★★

¿Puede un tipo, hasta las narices de su pareja, insoportable, asocial, una periodista sin curro con pocas ganas de dar palo al agua, una fumadora compulsiva siempre con el gesto torcido, buscar a un señor para que se la ligue y, de esta forma, le facilite el divorcio, porque le tiembla todo solo de imaginar cómo decírselo? Para Laura Mañá, desde luego que sí. Y es precisamente lo que hace Diego, que, harto de Lucía, decide pagarle a un otrora exitoso seductor hoy en horas bajas para que la conquiste y así allane el terreno de la definitiva separación.

Pero, claro, los tiempos cambian, y las maneras con que el hombre intenta ligarse a Lucía nos parecen de hace dos siglos... Mañá ha conseguido su propósito y concebido una muy divertida comedia con situaciones realmente salerosas gracias además a a su excelente reparto, de una Belén Cuesta para mandarla amablemente a la porra a Hugo Silva, ese amante por dinero con su doloroso puntito a cuesta de nostalgia.