Crítica de “El acusado”: la vida en la era del #MeToo ★★★☆☆

Dirección: Yvan Attal. Guion: Yvan Attal y Yaël Langmann. Intérpretes: Ben Attal, Suzanne Jouannet, Charlotte Gainsbourg, Pierre Arditi. Francia, 2021. Duración: 138 minutos. Drama.

El título en castellano de “Les choses humaines” reduce a la mitad el punto de vista de una película que equilibra dos miradas, la del verdugo y la víctima, para luego dirimir la verdad en los tribunales. En estos tiempos de condena precoz y ejecución sumaria en las redes sociales, “El acusado” reivindica la necesidad de debatir el significado del consentimiento en la era #metoo en el ámbito neutral de la justicia, considerando las variables del género y la clase social como ejes fundamentales de una polémica que se niega a aceptar las medias tintas.

Aquí se trata de una violación, que amenaza con destruir una familia recién formada. Alex, estudiante parisino en Stanford, es acusado por Mila, la hija de la nueva pareja de su madre. Yvan Attal está tan preocupado por dar voz a los dos bandos, y por saturar de dilemas morales la onda expansiva de la acusación, que a veces da la impresión de que se aferra en exceso a un conflicto lo suficientemente complejo para hablar por sí mismo. Es, en todo caso, apasionante, escuchar los argumentos que despejan la incógnita de esa zona gris donde la verdad insiste en ser relativa.

Lo mejor

Es una película que incita a un debate muy oportuno, y lo hace cubriendo todos los puntos de vista sobre el tema.

Lo peor

A veces su amor por el detalle le hace perder el foco.